Respuestas
Se han identificado cambios en la función gástrica en muchos pacientes con DF. En aproximadamente 40% de los pacientes con dispepsia, el estómago no se relaja normalmente en respuesta a una comida. Esto se conoce como “alteración en la acomodación gástrica” y puede estar asociada con síntomas de plenitud y presión en algunos pacientes. También se observan alteraciones de las contracciones y del vaciamiento gástrico en un porcentaje similar de pacientes. La alteración del vaciamiento gástrico ha sido asociada con síntomas de distensión y sensación de plenitud temprana. Al menos dos tercios de los pacientes con dispepsia funcional presentan mayor percepción de la actividad gástrica, lo que se denomina hipersensibilidad visceral.
Tratamiento: Dieta
La mayoría de los pacientes con DF tienen síntomas asociados con la ingesta de alimentos. Por ello, suelen hacerse una variedad de recomendaciones acerca de la dieta, aunque ningún estudio clínico ha evaluado formalmente a las intervenciones específicas de la dieta en el tratamiento de la DF. Existe información limitada para sugerir que la dieta grasa puede inducir o exacerbar síntomas y los pacientes suelen reportar mejoría con comidas bajas en calorías y comidas en porciones más pequeñas.
Erradicación del H. pylori
Medicamentos que disminuyen el ácido
Los bloqueantes H2 como la ranitidina cimetidina, nizatidina o famotidina, son los agentes de uso inicial utilizados por los médicos de atención primaria y son parcialmente mejores que el placebo en mejorar el dolor en el abdomen medio-superior (epigastrio) aunque no mejoran los otros síntomas de dispepsia. Si los bloqueantes H2 fallan en mejorar los síntomas, la mayoría de los médicos utilizan un inhibidor de la bomba de protones (IBP)-omeprazol, lansoprazol, rabeprazol, pantoprazol o esomeprazol. Los riesgos a corto plazo de esta estrategia son bajos y esto puede proveer alivio de los síntomas en un pequeño número de personas, la mayoría de las cuales podían presentar reflujo ácido asintomático. Como grupo, los IBP son aproximadamente 10% superiores al placebo en mejorar los síntomas de dispepsia. Sin embargo, el uso a largo plazo de los IBP puede resultar costoso. Existe información reciente sugiriendo que el uso prolongado de IBP, al combinarse con otros factores de riesgo, pueden colocar a algunos pacientes en incremento de riesgo para colitis por clostridium difficile, neumonía de la comunidad y fractura de cadera. No obstante, el riesgo global del uso a largo plazo de los IBP parece ser relativamente pequeño.