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Respuesta:
la revolucion burguesa española. En agosto-septiembre de 1854, Marx se dedicó a exponer el resultado de sus estudios sobre el proceso revolucionario burgués en España, que escribió para el “New York Daily Tribune” bajo el título «La España Revolucionaria».
Según esa concepción materialista de la historia (muy matizada desde mediados del siglo XX incluso por la propia historiografía materialista), los intereses de la burguesía se manifestaron en la superestructura político-ideológica por las ideas de la Ilustración, que hablaban de libertad y derechos en oposición
El liberalismo, y la burguesía (como grupo social con ideas liberales) influenció en el pensamiento de la época en la forma de percibir los asuntos políticos, sociales y económicos, que se plasmaría en estas revoluciones que se desencadenaron, como la revolución francesa, y el movimiento de la ilustración.
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Explicación:
Las revoluciones burguesas son un concepto historiográfico originado por la escuela del materialismo histórico o marxismo que se utiliza para manifestar que el componente social dominante en un movimiento revolucionario corresponde a la burguesía.
La Liberté guidant le peuple (La Libertad guiando al pueblo), por Eugène Delacroix (1830), Museo del Louvre, Francia.
Aunque pueden remontarse al mismo nacimiento de la clase burguesa en las ciudades europeas medievales, el concepto suele restringirse a los ciclos revolucionarios que sucedieron desde finales del siglo XVIII y que en su definición política se conocen como Revolución Liberal. Su principal ejemplo fue la Revolución francesa (1789), seguido en distintos momentos por los demás países europeos (revolución de 1820, revolución de 1830, revolución de 1848) o americanos (Independencia de la América Hispana), la Independencia de Estados Unidos (aunque esta es un poco anterior a la francesa en 1776) hasta la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que acaba definitivamente con los últimos recuerdos del Antiguo Régimen; notablemente en Rusia con la Revolución de febrero de 1917, que solo precede en pocos meses a la Revolución de Octubre, que se clasifica ya como revolución socialista y proletaria.