• Asignatura: Filosofía
  • Autor: salastovar88
  • hace 2 años

Crear preguntas tipo icfes sobre esta lectura
Con la respuesta correcta
Agradecería que me ayudarán

Amor y Responsabilidad – Estudio de Moral Sexual, Juan Pablo II

CAPÍTULO PRIMERO


1. La persona, objeto y sujeto de la acción


El mundo en que vivimos se compone de gran número de objetos. “Objeto” es aquí

sinónimo de “ser”. El significado, con todo, no es exactamente el mismo, porque,

propiamente hablando, “objeto” designa lo que queda en relación con un sujeto. Pero

el sujeto es igualmente un ser, ser que existe y que actúa de una manera o de otra.

Puede, por tanto, decirse que el mundo en que vivimos se compone de un gran

número de sujetos. Incluso estaría mejor hablar antes de sujetos que de objetos.

Si hemos invertido ese orden, ha sido a fin de subrayar desde el principio el carácter

objetivo y, por tanto, realista de este libro. Porque, de comenzar por el sujeto, y en

particular por ese sujeto que es el hombre, cabría el peligro de considerar todo lo que

se encuentra fuera de él, es decir, el mundo de los objetos, de una manera puramente

subjetiva, a saber en cuanto ese mundo penetra en la conciencia y se fija en ella. Es

preciso, pues, desde el principio, caer bien en la cuenta del hecho de que todo sujeto

es al mismo tiempo ser objetivo, de que es objetivamente, algo o alguien.

El hombre es objetivamente “alguien” y en ello reside lo que le distingue de los otros

seres del mundo visible, los cuales, objetivamente, no son nunca nada más que

“algo”. Esta distinción simple, elemental, revela todo el abismo que separa el mundo

de las personas del de las cosas. El mundo objetivo en el que vivimos está compuesto

de personas y de cosas. Consideramos como cosa un ser que carece no sólo de razón,

sino también de vida; una cosa es un objeto inanimado. Se nos haría difícil llamar

cosa a un animal o a una planta. No obstante, no nos atreveríamos a hablar de

persona animal. Se dice, en cambio, “individuo animal”, entendiendo con ello

simplemente “individuo de una especie animal determinada” Y esta definición nos

basta. Pero no basta definir al hombre como individuo de la especie homo (ni siquiera

homo sapiens). El término “persona” se ha escogido para subrayar que el hombre no

se deja encerrar en la noción “individuo de la especie”, que hay en él algo más, una

plenitud y una perfección de ser particulares, que no se pueden expresar más que

empleando la palabra “persona”.

La justificación más sencilla y más evidente de este hecho está en que el hombre es

un ser racional, que posee la razón, cuya presencia no se puede constatar en ningún

otro ser visible, porque en ninguno de ellos encontramos ni traza de pensamiento

conceptual. De ahí proviene la definición bien conocida de Boecio, según la cual la

persona es individuo de naturaleza racional (individua substantia rationalis naturae).

Esto es lo que en el conjunto del mundo de los seres objetivos, distingue la “persona”

y constituye su particularidad.​

Respuestas

Respuesta dada por: sadalecu
1

Respuesta:

no tienes un libro o algo asi una página una hoja o algo asi

Explicación:

solo digo


salastovar88: Amor y Responsabilidad – Estudio de Moral Sexual, Juan Pablo II primer capítulo
sadalecu: qué?
salastovar88: asi se llama el libro el trabajo es sobre el primer capítulo
Preguntas similares