1.- ¿Qué es lo esencial del cristianismo para la Iglesia Católica? Y de qué página lo sacaron.
Respuestas
Respuesta:
En el cristianismo primitivo hubo mucho que fue transitorio y excepcional. No fue presentado al mundo completamente desarrollado, sino que se dejó desarrollar de acuerdo por las fuerzas y tendencias que fueron implantadas en él desde el principio por su Fundador. Y nosotros, al tener su seguridad de que su Espíritu habitaría en él por todos los tiempos para inspirar y regular sus elementos humanos, podemos ver en su historia posterior la obra de su designio. Por lo tanto, no nos molesta hallar en el cristianismo primitivo cualidades que no sobrevivieron después de haber servido a su propósito. Causas naturales y el curso de los eventos, siempre bajo la guía divina, resultaron en que el cristianismo tomó la forma que podría asegurar mejor su permanencia y eficiencia. En los tiempos apostólicos, la autoridad suprema en cuanto a fe y moral fue concedida a los doce representantes de Cristo, cada uno de los cuales fue comisionado a proclamar y a interpretar infaliblemente su Evangelio. La jerarquía estaba en una condición incipiente. Los carismas especiales, como los dones de profecía y de lenguas, se concedían a individuos fuera del cuerpo de enseñanza oficial. La Iglesia estaba en proceso de organización, y las distintas comunidades, unidas sin duda en un fuerte lazo de caridad y en el sentido de que tenían un solo Señor, una fe y un bautismo eran en gran medida independientes unas de otras en asuntos de gobierno.
Tal fue el modo en que Cristo permitió que se estableciera su Iglesia, la cual ha cambiado grandemente en las apariencias externas durante las épocas. Pero, ¿ha habido algún cambio correspondiente en substancia? ¿Son los elementos esenciales del cristianismo iguales ahora que lo que eran entonces? Afirmamos que sí lo son, y probamos nuestra afirmación al examinar los puntos principales de la enseñanza, tanto de Cristo como de sus Apóstoles. Debemos mirar el asunto como un todo. No podemos juzgar adecuadamente al cristianismo antes de la venida del Espíritu Santo. Los Evangelios describen un proceso que no se consumó hasta después de Pentecostés. Los Apóstoles mismos no eran completamente cristianos hasta que conocieron a través de la fe todo lo que Cristo era---su Dios y su Redentor, así como su Maestro. Y como el cristianismo provee un principio regulador tanto para la mente como para la voluntad, al enseñarnos qué creer y qué hacer, la fe no menos que las obras debe caracterizar al cristiano perfecto.
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