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Respuesta:
La batalla de Pavón, librada en el sur de la provincia de Santa Fe el día 17 de septiembre de 1861, fue un combate clave de las guerras civiles que dividieron a la Argentina durante el siglo xix. Significó el fin de la Confederación Argentina, y la incorporación de la provincia de Buenos Aires en calidad de miembro dominante del país.
Explicación:
Antecedentes
Posturas políticas
Por un lado, los porteños de Buenos Aires pretendían imponer su hegemonía sobre todo el país.
Por el otro, los provincianos querían descentralizar el poder del Estado, dando autonomía estatal a las provincias.
Federales y unitarios existían tanto en las provincias interiores como en la provincia y ciudad de Buenos Aires (en ese entonces la provincia de Buenos Aires que incluía a la ciudad de Buenos Aires era la única de Argentina con salida marítima, o más exactamente: oceánica, lo cual le daba una enorme ventaja económica, estratégica y geopolítica sobre las otras provincias hermanas). Es cierto que estaban enfrentados entre sí, pero a la hora de defender lo suyo, se unían para enfrentar a su enemigo (a Buenos Aires o a las provincias según cada caso). El país estaba dividido entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires, enfrentados en una guerra civil intermitente. La segunda batalla de Cepeda (Pergamino, 1859) y el pacto de San José de Flores (1860) habían reunido la provincia de Buenos Aires con el resto del país. Al menos, de manera nominal. Pero realmente no había solucionado nada, ya que ambos bandos estaban casi convencidos de que se volverían a enfrentar.
Derqui, presidente de la Confederación; Mitre, gobernador de Buenos Aires
Terminado su período presidencial en 1860, el capitán general Justo José de Urquiza entregó el mando ante el Congreso Nacional de Paraná al abogado cordobés Santiago Derqui.
Ese mismo año, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires eligió gobernador al brigadier Bartolomé Mitre, comandante en jefe del ejército porteño y el jefe que Urquiza había derrotado en la cañada de Cepeda el año anterior (1859).
Conflictos en el interior
Durante la presidencia del General Urquiza las provincias del interior habían estado en paz, con la excepción de San Juan, en la cual un crimen político sirvió de catalizador para la guerra civil que culminó en Cepeda. Las cosas cambiaron al ascender a la presidencia Santiago Derqui.
Varios caudillos locales, genéricamente unitarios, se habían mantenido en paz con el gobierno central. Pero con el nuevo presidente, se lanzaron públicamente a la oposición: tal el caso de Manuel Taboada (en Santiago del Estero) o de José María del Campo (en Tucumán).
Las corrientes que el gobernador Juan Pujol había mantenido unidas en Corrientes volvieron a enfrentarse a su muerte.
El gobernador cordobés Mariano Fragueiro manejó muy mal sus relaciones con la oposición; y cuando la situación se hizo más violenta, Derqui intervino el gobierno de la provincia12 (una fuerza de 2000 puntanos al mando de Juan Saá invadió la provincia)13 y se trasladó a esa ciudad.
La situación más grave se dio nuevamente en la provincia de San Juan, donde el gobernador, el coronel José Antonio Virasoro (un correntino) fue derrocado y asesinado en una rebelión liberal que contó con apoyo de varios políticos porteños.14 Los liberales nombraron gobernador al abogado Antonino Aberastain. El presidente envió una intervención federal a la provincia, al mando del gobernador de San Luis, coronel Juan Saá, pero el nuevo gobernador, Aberastain la enfrentó militarmente. Fue derrotado y asesinado en Pocito, lo que permitió a los porteños acusar a Derqui de haber provocado el crimen.
Elecciones en Buenos Aires
Para hacer efectiva la unión de la provincia rebelde a la Nación, se efectuó en Buenos Aires la elección de diputados provinciales ante el Congreso Nacional. Pero, tal vez como una forma de provocación, o de desprecio a las leyes nacionales, fueron realizadas de acuerdo con la ley electoral porteña, y no por la ley nacional. Los diputados fueron rechazados en el Congreso, y los senadores se retiraron en solidaridad con aquellos.
Por este y otros motivos, el presidente Santiago Derqui dictó un decreto convocando a nuevas elecciones en Buenos Aires. Pero las autoridades de la provincia se negaron a acatar tal disposición, y declararon caduco el Pacto de San José.