Respuestas
Respuesta:
SEÑORA NONI -cuento
Como una mariposa, de flor en flor. De puerta en puerta y de familia en familia. Con una sonrisa y canasta al hombro, llena de botellas llegaba. De lunes a viernes de ocho a nueve de la mañana ofrecía sus jugos. Preparados a base de noni para subir las defensas, algas marinas para desinflamar y de camu camu para combatir la gripe.
Aquella mujer llegaba a casa y mamá salía a su encuentro con un vaso. La señora muy gustosa le servía jugo de noni. Al terminar, le regalaba medio vaso de agua de palo de goma para limpiar los riñones. A veces me invitaba un poco. Y cuando estaba con gripe, comprábamos el jugo de camu camu con miel de abeja ¡Hum…, que delicia!
Las veces que se demoraba en llegar al barrio, mamá salía a preguntar a las vecinas si la habían visto. Se llamaba Irene, pero más fácil resultaba decirle «señora noni». La conocimos un día de compras en el mercado. Ella le vendía jugo a la casera de las verduras. Como mamá y yo mirábamos, nos invitó y al siguiente día, comenzó a visitar nuestra casa. El día que mi madre no tomaba brebaje, se comportaba diferente. Aquella mujer no sólo traía jugos curalotodo, sino que también, sabía escuchar y daba consejos.
Pasaron los años y dejó de venir por el barrio. Fue entonces, que algunas vecinas fueron a visitarla. Ella estaba bien y les agradeció el cariño. Les contó que, en el colegio de primaria se terminaban los jugos. Pues, ahora los maestros y maestras se estresan y enferman más, decía.
Poco a poco se fueron olvidando de doña noni. Hasta que mamá recordó que la señora Irene le dio la receta para preparar el jugo curativo. Luego, algunas vecinas se enteraron y tuvo varios pedidos, yo le ayudaba a entregarlos y me daba alguna propina. Sin embargo, una buena tarde decidió compartir sus fórmulas.
Y hoy la mayoría de sus amigas preparan no uno, sino varios jugos de frutos y van de puerta en puerta, de pueblo en pueblo, llevando alegría, salud y mucho, mucho amor como la “señora noni”.