Respuestas
Respuesta:
Contar con momentos especiales. Definir tiempos específicos, dedicados totalmente a “platicar en familia”.
Aprovechar oportunidades.
Capitalizar situaciones como las charlas de sobremesa para dejar que los niños hablen, sin que los interrumpan ni los adultos, ni sus hermanos y dando oportunidad a todos.
Enfoque total. Cuando un hijo de manera espontánea se acerca a hablar con alguno de sus padres, dejar lo que se está haciendo y hacer contacto visual con él para escucharlo atentamente, demostrándole que lo que tiene que decir es realmente importante para sus padres.
Tiempos individuales. Propiciar ocasiones para estar a solas con cada hijo en particular, y en forma espontánea pedirle que platique algo que sea de su interés: su deporte favorito, sus amigos, la película que vio.
Espero te sirva...