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Respuesta:
Recelos y amores verdaderos,
ebrio de trementina y largos besos,
sabiendo sufrir se sufre menos,
para con ellos juntar los cubos ajustados.
Orillas en torno a locales eróticos,
nació la lucha estatua de los vientos,
sabia degradación de los blancos,
actores y montos esquemáticos.
Bajo los párpados entre los cabellos,
inalcanzables por todos los progresos,
la belleza complace a los ojos,
imposible de explicar con las manos.
De apasionado barro y charcos vaporosos,
a esos niños que imaginamos,
destrucciones siendo así, números fotográficos,
y advertirá esa onda de sombríos ojos.
Respecto de las primas dotan patios climáticos,
el agua pura de sus ojos niños,
sin contar con el rebufo dañan óleos amigos,
para dormirme cuento mis defectos.
El alba irrumpe atrás de los ojos,
trono en materia de hombros traseros,
o en la novela sicológica,