3. Investiga como han sido los derechos a la educación y al trabajo de las mujeres en la historia.
Respuestas
Respuesta:
A lo largo de la historia, el Derecho ha evolucionado con el fin de crear leyes cada vez más justas para la sociedad. De hecho, gracias a quienes han dedicado su vida a esta carrera profesional se han impulsado iniciativas para que diferentes grupos sociales históricamente marginados, puedan ser tratados con igualdad y desarrollarse plenamente.
Las mujeres, sin duda, son un claro ejemplo de esto. Por eso, a continuación te hablaremos de 3 cambios que ha tenido el Derecho en favor de ellas. Conocer sobre este tema mostrará lo valiosa que es esta carrera para la sociedad y el relevante rol que le da a sus profesionales.
1. Derecho a la educación
Según reportes de la organización Entre Culturas, el 8 de marzo de 1948 se inició el marco jurídico del derecho a la educación de la mujer en el panorama global.
En esa fecha, se emitió la Declaración Universal de los Derechos Humanos en una asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y una de sus medidas fue que todas las personas, incluyendo las del sexo femenino, por supuesto, debían ser aceptadas por los sistemas y planteles de estudio.
En México la posibilidad de que las mujeres pudieran acceder a la educación comenzó a construirse mucho antes, puesto que desde la época colonial podían recibir educación; sin embargo ésta tenía un enfoque en el mantenimiento del hogar y el cuidado a la familia.
Eso sí, años más tarde, en 1868, se promulgó en nuestro país la Ley de Instrucción Pública, la cual dio como resultado que se abrieran las primeras escuelas secundarias para las niñas.
El bachillerato y la educación superior tardaron un poco más en ser accesibles para las mujeres, pero entre 1871 y 1890 egresaron las primeras estudiantes de estos niveles, siendo la enseñanza y la enfermería las alternativas ocupacionales que se les ofrecían, ya que eran consideradas como complementarias a la vida en matrimonio.
Además, en esa misma época existieron también las escuelas de artes y oficios para las féminas en donde se enseñaba tipografía, tapicería, bordado, pintura, costura y otras actividades.
2. Ingreso al sistema laboral
El derecho de las mujeres a la instrucción y al empleo tienen caminos paralelos.
Al igual que en el caso de la educación, algunas mujeres desempeñaron trabajos remunerados durante la época colonial; pero fue hasta más tarde cuando la mayoría de las damas pudieron hacerlo.
De hecho, fue en los últimos años de la Revolución Mexicana que el Derecho dictó leyes claras en relación a la mujer y su potestad de generar recursos a través del empleo.
Eso sí, al considerar a la mujer de menor vigor físico y con la necesidad de promover la moralidad y buenas costumbres, los juristas y parlamentarios prohibieron las labores insalubres, peligrosas e, incluso, nocturnas para las personas del sexo femenino.
Otro punto importante en relación a los derechos de la mujer y quizás el de mayor relevancia, es que los constituyentes de Querétaro establecieron la igualdad de salario para los dos sexos, ya que anteriormente se le solía pagar más a los hombres pese a que desempeñaban las mismas labores que las damas.
Todas estas medidas fueron, en ese entonces, parte de la esencia del artículo 123 de la Constitución de 1917 que sigue vigente después de más de un siglo, aunque ha experimentado diferentes reformas.
3. Participación electoral
Este fue, sin duda, uno de los logros más difíciles de alcanzar para las mujeres.
Y es que el Congreso Constituyente de 1917 no reconoció como ciudadanos aptos para inscribirse en el registro electoral a las mujeres.
Por esa razón, el derecho tuvo que apelar a una reforma constitucional, en 1947, para dotar a las damas del derecho a votar y, además, a participar en procesos electorales por cargos públicos municipales.
Lógicamente, aunque se trató de un gran avance, organizaciones y movimientos femeninos no se sintieron del todo satisfechos ante estas medidas, ya que no representaban la totalidad de los derechos electorales y manifestaron su descontento a través de diferentes procedimientos administrativos y medios de comunicación.
No fue hasta 1953, a raíz de una nueva reforma, que las mujeres adquirieron la ciudadanía plena, como lo establece el artículo 34 de la constitución y, en consecuencia, alcanzaron la potestad de inscribirse como candidatas en cargos de todos los niveles, incluyendo la presidencia.
Pese a que el derecho le otorgó todas las facultades políticas a las damas en ese momento, pasaron 29 años para que emergiera la primera candidata presidencial: Rosario Ibarra de Piedra, quien también se postuló en 1988 sin tener éxito en los resultados.
Cecilia Soto González, Marcela Lombardo Otero, Patricia Mercado y Josefina Vázquez Mota son otras mujeres que intentaron llegar a la presidencia; pero tampoco tuvieron éxito.
Sin embargo, la realidad es que desde hace 66 años existen las condiciones jurídicas para que una mujer ocupe el máximo cargo del Estado.
Explicación paso a paso:
Respuesta:
La educación es esencial para que las mujeres puedan alcanzar la igualdad de género y convertirse en agentes de cambio. Al mismo tiempo, las mujeres educadas benefician a las sociedades enteras. Contribuyen de modo sustancial a las economías prósperas y a mejorar la salud, la nutrición y la educación de sus familias
El acceso a la educación, el derecho a decidir por una misma sobre su vida y qué hacer con ella, las oportunidades labores o el derecho a no sufrir ningún tipo de violencia son las bases fundamentales en la que hemos de trabajar para acabar con la desigualdad y garantizar plenamente los derechos de la mujer.
Explicación paso a paso:
espero te sirva