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Mejor respuesta: Amanecía sobre la ciudad. A lo lejos se entreveía la luminosidad que precede la salida del sol, y el vampiro decidió volver a casa. Pero estaba inquieto. Mientras volaba por el cielo, tenía la insistente sensación de que alguien le seguía.
Llegó a su casa. Había comido mucho y ahora tenía sueño. Era una imprudencia, pero sin ningún cuidado se colgó boca abajo en su cueva, se tapó con sus alas y se dejó llevar por el sueño reparador.
Fuera, los chicos que le habían seguido en bicicleta se quedaron decepcionados.
-Ya te dije que era muy pequeño para ser un vampiro de verdad.
-¿Qué hago ahora con la estaca?
-No la tires, creo que han visto algún murciélago por los barrios del sur, podemos quedar la semana que viene...
Llegó a su casa. Había comido mucho y ahora tenía sueño. Era una imprudencia, pero sin ningún cuidado se colgó boca abajo en su cueva, se tapó con sus alas y se dejó llevar por el sueño reparador.
Fuera, los chicos que le habían seguido en bicicleta se quedaron decepcionados.
-Ya te dije que era muy pequeño para ser un vampiro de verdad.
-¿Qué hago ahora con la estaca?
-No la tires, creo que han visto algún murciélago por los barrios del sur, podemos quedar la semana que viene...
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