METAMORFOSIS.
Desperté de ese sueño profundo, 30 días después de estar
en coma, por ese virus. Estuve más en la muerte,
que en la vida. Y creo que pensar en Simón me hizo vivir.
Me volví alguien famoso en el hospital, pues el personal
médico me despidió con aplausos. ¡Viva Don José! ¡Viva
Don José! Gritaban con alegría.
Salí llorando del hospital, pues había vuelto a nacer y,
afuera, observé un mundo nuevo, como si esa terrible
enfermedad hubiera cambiado todo; como una
metamorfosis: el cielo estaba azulísimo, sentí un aire más
puro; los árboles y flores se vestían de varios colores,
parecían un arcoíris. Y todas las personas sonreían y en su
rostro se dibujaba la felicidad, porque ese mortal virus ya
era cosa del pasado, como haber salido de una pesadilla
horrible.
Absorto con esa nueva realidad ante mis ojos, sentí que
alguien se abalanzó contra mí, ladrando y abrazándome. Era
mi perro Simón, de quien pensé que estaría muerto. Y me
parecía increíble que me hubiese esperado todo este tiempo
de mi enfermedad, pero es que el amor de un perro no tiene
límites. Simón es un perro salchicha de color café, con los
ojos tristes y vidriosos debido a su vejez y tiene una cola
larga y juguetona.
Cuando conocí a Simón mi vida cambió, porque yo era un
viejo amargado y solitario, con pocas ganas de vivir. En uno
de esos días de caminada al parque del barrio encontré a
Simón con su cara de estar abandonado, seguro por estar tan
viejito. Al acercármele, aceptó feliz mi amistad con ladridos
y moviendo su alegre cola. Desde ese día Simón se volvió
parte de mi ser y mi amigo inseparable.
La compañía de Simón me convirtió en una persona alegre,
sociable y optimista. Todos los días salía a dar paseos con
Simón al parque del barrio; donde él se ponía a jugar con
los niños y se volvió un motivo de felicidad para ellos. Al ver a Simón y a todos los niños felices, la vida tenía más

sentido para mí y más cuando yo había vencido ese virus

que tanto daño me había causado. Por eso se me ocurrió la

idea de sembrar unos árboles como símbolo de vida; así que

dije a los niños y sus padres que trajéramos semillas y las

regáramos en una parte del parque donde no crecía ninguna

planta.

A los días de regar las semillas vimos con sorpresa nacer

varias plantas. Ese día el parque del barrio se vistió de

fiesta. Tanta felicidad en los rostros de los niños y sus

padres, me hizo recordar tantos años de soledad y los

momentos tan difíciles que pasé a causa de esta peste

mortal. Miré con amor a Simón y pensé - a pesar de todas

sus dificultades la vida es bella – Vamos Simón, le dije, y

él, como siempre salió feliz detrás de mí, moviendo su

alegre cola…

A. Qué enseñanzas sobre la resiliencia te deja el cuento

“metamorfosis”

AYUDA PORFA es para hoy

no encontre el tema de etica entonces ouse exámenes nacionales

Respuestas

Respuesta dada por: maribella73
0

Respuesta:

supererreerrrrrrrrrr

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