• Asignatura: Castellano
  • Autor: davidovalles1010
  • hace 3 años

Érase una vez en que los colores del mundo
comenzaron
a reñir. Cada uno reclamaba ser el mejor,
el más importante, el más útil y el favorito.
El verde dijo: –“Claramente yo soy el más
importante. Soy el signo de la vida y de la esperanza.
Fui escogido por la hierba, los árboles
y las hojas. Sin mí, todos los animales morirían.
Miren el campo y verán que estoy presente en
casi todo”.
El azul lo interrumpió con estas palabras: –“Observen,
ustedes solo piensan en la tierra, pero consideren
el bellísimo azul del cielo y el mar.
El agua –continuó– es la base de la vida y es
elevada por las nubes del mar profundo. El cielo
da espacio, paz y serenidad. Y todo eso, todo, es
de color azul”.
El amarillo se rió mientras decía: –“Ustedes
son todos tan serios. Yo traigo risa, regocijo y calor
al mundo. El sol es amarillo, la luna es amarilla,
las estrellas son amarillas. Cada vez que miren
un girasol el mundo entero empieza a reír. Sin mí
no habría diversión”.
El naranja empezó a tocar su trompeta y dijo:
–“Yo soy el color de la salud y de la fortaleza.
Puedo ser escaso, pero soy precioso porque satisfago
las necesidades de la vida humana. Proporciono
las más importantes vitaminas. Piensen
nada más en las zanahorias, las calabazas, naranjas,
mangos y papayas. Yo no ando rondando por
ahí todo el tiempo, es verdad, sino cuando lleno
el cielo a la salida y puesta del sol.”
El rojo no podía aguantar por más tiempo y
gritó, –“¡Yo soy el líder de todos ustedes! Soy
sangre, ¡la sangre de la vida! Soy el color de la
valentía. Estoy dispuesto a pelear por una causa.
Llevo fuego en la sangre. Sin mí, la tierra estaría
tan vacía como la luna. Soy el color de la pasión
y del amor; de la rosa roja y de la amapola”.
El púrpura se levantó a su plena altura. Era
muy alto y habló con gran pompa, diciendo estas
palabras: –“Soy el color de la realeza y del
poder. Los reyes, jefes y obispos me han escogido
siempre a mí, porque soy el signo de la autoridad
y la sabiduría. La gente no me cuestiona, ¡ellos
escuchan y obedecen!”.
Y así los colores fueron jactándose, cada
uno convencido de su propia superioridad. Su
riña se puso cada vez más ruidosa. Súbitamente
hubo un relámpago de luz brillante, el trueno
tronó y retumbó.
La lluvia empezó a caer sin clemencia. Los
colores se agacharon de miedo, acercándose los
unos a los otros para confortarse. En medio del
clamor, la lluvia empezó a hablar:
–” Tontos colores, peleándose entre ustedes,
cada uno tratando de dominar al resto. ¿No saben
que cada uno fue hecho con un propósito
especial, único y diferente? Únanse de las manos
y vengan conmigo”.
Haciendo como se les dijo los colores unieron
sus manos. La lluvia continuó: –“De ahora en
adelante, cuando llueva, cada uno se extenderá
a través del cielo en un gran arco de color como
un recordatorio de que todos pueden vivir en
paz. Y se llamarán Arco Iris, como un signo de
esperanza para el mañana”.
–Y así, siempre que una buena lluvia lava al
mundo, y el Arco Iris aparece en el cielo, recordemos
la necesidad de apreciarnos y aceptarnos
los unos a los otros sin hacer distinciones
egoístas.

¿Cómo relacionas la historia con la aceptación
de los demás?
:> quiero saber


davidovalles1010: perdón, regalaría 90 puntos pero ya no tengo xD se los di a alguien con una pregunta y pues ya no se por que no me deja poner 90 puntos

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