Leo el siguiente mito. Luego,
en mi cuaderno, elaboro un
diagrama de Venn para
establecer las semejanzas y
diferencias entre este mito y
el de La ciudad sagrada.
La fundación de Tenochtitlán
Mito azteca (México)
Maldormidos, desnudos, lastimados, caminaron noche
y día durante más de dos siglos. Iban buscando el lugar
donde la tierra se tiende entre cañas y juncias.
Varias veces se perdieron, se dispersaron y volvieron a
juntarse.
Fueron volteados por los vientos y se arrastraron
atándose los unos a los otros, golpeándose,
empujándose; cayeron de hambre y se levantaron, y
nuevamente, cayeron y se levantaron. En la región de
los volcanes, donde no crece la hierba, comieron carne
de reptiles.
Traían la bandera y la capa del dios que había hablado
a los sacerdotes, durante el sueño, y había prometido
un reino de oro y plumas de quetzal: “Sujetaréis de mar
• el conflicto inicial y la forma en que
se resuelve.
3. Respondo estas preguntas y
comparto mis respuestas
con el curso:
• ¿Cuál es la situación que
desencadena las acciones que se
narran en este mito?
• ¿Por qué crees que la gente estaba
cansada de cocinar sus pescados al
sol?
• ¿Cuál es la razón por la que el árbol
“cabo de hacha” tiene la superficie
del tronco ondulada?
• ¿Por qué el perico “cachete
amarillo” tiene el doblez del ala de
color rojo encendido?
Leo nuevamente el mito e
identificamos a qué tipo
corresponde. Explico en qué
fundamentamos nuestra opinión.
a mar a todos los pueblos y ciudades”, había anunciado
el dios, y “no será por hechizo, sino por ánimo del
corazón y valentía de los brazos”.
Cuando se asomaron a la laguna luminosa, bajo el sol
del mediodía, los aztecas lloraron por primera vez. Allí
estaba la pequeña isla de barro: sobre el nopal, más alto
que los juncos y las pajas bravas, extendía el águila sus
alas.
Al verlos llegar, el águila humilló la cabeza. Estos parias,
apiñados en la orilla de la laguna, mugrientos,
temblorosos, eran los elegidos, los que en tiempos
remotos habían nacido de las bocas de los dioses.
Huitzilopochtli les dio la bienvenida:
—Este es el lugar de nuestro descanso y nuestra
grandeza –resonó la voz–. Mando que se llame
Tenochtitlán la ciudad que será reina y señora de todas
las demás. ¡México es aquí!
Leo este mito.
El origen del fuego
Mito de la cultura guahibo (Colombia)
En un lugar llamado Awia, actualmente Santa Rita en el
Vichada, Cuwai solía calentarse en su hamaca cerca del
fuego. En aquel entonces, la gente no conocía el fuego
y por eso asoleaban el pescado y la carne que comerían;
pero la gente se cansó de esto. Sin embargo, Cuwai
continuaba calentándose, aunque la gente no sabía qué
era el fuego.
Un día, por fin, el perico cachete amarillo preguntó a su
abuelo Cuwai:
— Abuelo, ¿qué es lo que tienes debajo de tu hamaca?
Cuwai le contestó:
—Nieto, es fuego.
—¿Para qué sirve el fuego?
—insistió el perico.
—Sirve para asar pescado — contestó el viejo.
Pero Cuwai mezquinaba el fuego. Entonces el perico
pensó: “Mi abuelo mezquina el fuego, pero yo se lo voy
a quitar”. Y así lo hizo.
Cuando el perico huyó con el fuego, Cuwai le siguió por
detrás para matarlo, pero el perico se metió en un árbol
ahuecado. Cuwai tumbó el árbol en el que se había
metido el perico y, cuando este cayó al suelo, Cuwai
empezó a abrirle huecos y es por eso que el árbol
llamado “cabo de hacha” tiene la superficie del tronco
ondulada.
Sin embargo, el perico salió huyendo por el extremo de
una rama ahuecada y, a su paso, regaba partículas de
carbón encendidas, y es por esto que el perico tiene el
doblez del ala de color rojo encendido.
Después de todo esto, y una vez a salvo, el perico
enseñó a la gente cómo utilizar el fuego.
Respuestas
Maldormidos, desnudos, lastimados, caminaron noche
y día durante más de dos siglos. Iban buscando el lugar
donde la tierra se tiende entre cañas y juncias.
Varias veces se perdieron, se dispersaron y volvieron a
juntarse.
Fueron volteados por los vientos y se arrastraron
atándose los unos a los otros, golpeándose,
empujándose; cayeron de hambre y se levantaron, y
nuevamente, cayeron y se levantaron. En la región de
los volcanes, donde no crece la hierba, comieron carne
de reptiles.
Traían la bandera y la capa del dios que había hablado
a los sacerdotes, durante el sueño, y había prometido
un reino de oro y plumas de quetzal: “Sujetaréis de mar
• el conflicto inicial y la forma en que
se resuelve.
3. Respondo estas preguntas y
comparto mis respuestas
con el curso:
• ¿Cuál es la situación que
desencadena las acciones que se
narran en este mito?
• ¿Por qué crees que la gente estaba
cansada de cocinar sus pescados al
sol?
• ¿Cuál es la razón por la que el árbol
“cabo de hacha” tiene la superficie
del tronco ondulada?
• ¿Por qué el perico “cachete
amarillo” tiene el doblez del ala de
color rojo encendido?
Leo nuevamente el mito e
identificamos a qué tipo
corresponde. Explico en qué
fundamentamos nuestra opinión.
a mar a todos los pueblos y ciudades”, había anunciado
el dios, y “no será por hechizo, sino por ánimo del
corazón y valentía de los brazos”.
Cuando se asomaron a la laguna luminosa, bajo el sol
del mediodía, los aztecas lloraron por primera vez. Allí
estaba la pequeña isla de barro: sobre el nopal, más alto
que los juncos y las pajas bravas, extendía el águila sus
alas.
Al verlos llegar, el águila humilló la cabeza. Estos parias,
apiñados en la orilla de la laguna, mugrientos,
temblorosos, eran los elegidos, los que en tiempos
remotos habían nacido de las bocas de los dioses.
Huitzilopochtli les dio la bienvenida:
—Este es el lugar de nuestro descanso y nuestra
grandeza –resonó la voz–. Mando que se llame
Tenochtitlán la ciudad que será reina y señora de todas
las demás. ¡México es aquí!
Leo este mito.
El origen del fuego
Mito de la cultura guahibo (Colombia)
En un lugar llamado Awia, actualmente Santa Rita en el
Vichada, Cuwai solía calentarse en su hamaca cerca del
fuego. En aquel entonces, la gente no conocía el fuego
y por eso asoleaban el pescado y la carne que comerían;
pero la gente se cansó de esto. Sin embargo, Cuwai
continuaba calentándose, aunque la gente no sabía qué
era el fuego.
Un día, por fin, el perico cachete amarillo preguntó a su
abuelo Cuwai:
— Abuelo, ¿qué es lo que tienes debajo de tu hamaca?
Cuwai le contestó:
—Nieto, es fuego.
—¿Para qué sirve el fuego?
—insistió el perico.
—Sirve para asar pescado — contestó el viejo.
Pero Cuwai mezquinaba el fuego. Entonces el perico
pensó: “Mi abuelo mezquina el fuego, pero yo se lo voy
a quitar”. Y así lo hizo.
Cuando el perico huyó con el fuego, Cuwai le siguió por
detrás para matarlo, pero el perico se metió en un árbol
ahuecado. Cuwai tumbó el árbol en el que se había
metido el perico y, cuando este cayó al suelo, Cuwai
empezó a abrirle huecos y es por eso que el árbol
llamado “cabo de hacha” tiene la superficie del tronco
ondulada.
Sin embargo, el perico salió huyendo por el extremo de
una rama ahuecada y, a su paso, regaba partículas de
carbón encendidas, y es por esto que el perico tiene el
doblez del ala de color rojo encendido.
Después de todo esto, y una vez a salvo, el perico
enseñó a la gente cómo utilizar el fuego.