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Respuesta:
Fortalecer el sistema democrático representativo y participativo. Garantizar derechos políticos y humanos. Legitimar decisiones gubernamentales. Consolidar la gobernanza, es decir, lograr que gobierno y sociedad actúen en conjunto.
Contar con una ciudadanía activa e implicada es un síntoma de salud democrática. Los municipios en los que los individuos dedican parte de su tiempo a ayudar a los demás o a desarrollar proyectos comunitarios suelen entablar relaciones más fructíferas con su gobierno local. Además, los proyectos comunitarios que se promueven desde la ciudadanía organizada pueden suponer importantes ahorros para la administración, ya que la detección de los problemas es inmediata y los diagnósticos pueden llegar a ser más acertados.
Aunque muchos identifican los comicios como el proceso de participación ciudadana por excelencia, hay ciudadanos para los que las elecciones no son el principal instrumento para expresar sus preferencias políticas. Las elecciones no sólo excluyen a las personas menores de edad sino también a otros colectivos que, sin tener la condición legal de ciudadanos, participan de la vida económica y social del municipio. Esto puede hacer que temas importantes para la vida en común queden fuera del debate político durante el periodo electoral. Ésta es una de las razones por las que es importante promover la participación y la colaboración ciudadana más allá de las elecciones.
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