Transcribo alguna estrofas de una musica
cantada por lo estacioneros en Semana Santa
Respuestas
En el siguiente estudio se pretende demostrar la importancia de la música en un rito procesional donde la esencia artística es la imaginería. Comprenderemos que el arte de los sonidos otorga una gran riqueza cultural que ayuda a mantener viva la memoria colectiva y, por tanto, la propia tradición. El marco de investigación será la procesión de Semana Santa de Medina de Rioseco.
Índice o guión
1.- Prefacio
2.- Prólogo
3.- El Pardal y el Tapetán
3.1.- El Pardal
3.2.- El Tapetán
4.- La Marcha Fúnebre a la Muerte del General O’Donnell
5.- Las Bandas de Cornetas y Tambores
6.- Aproximación a los significados sonoros propios de la Semana Santa riosecana
7.- Bibliografía
1. Prefacio
Dentro de la importancia de la Semana Santa española, y más específicamente de la castellanoleonesa, la Semana Santa de Medina de Rioseco ha sido reconocida internacionalmente[1] gracias a la calidad de sus conjuntos esculturales o “pasos” y a una acreditada tradición procesional que lleva anexas distintas particularidades sonoras. Éstas serán el objeto de nuestra investigación, la cual será planteada desde una perspectiva organológica profundizando, a su vez, en la historia, el sentido, el significado y la funcionalidad de cada elemento musical presente[2] que son El Pardal, El Tapetán, La Lágrima y las formaciones de bandas de cornetas y tambores.
2. Prólogo
Medina de Rioseco es una ciudad[3] vallisoletana de poco más de 5000 habitantes que celebra en la Semana Santa el acontecimiento más importante de su calendario. La celebración de la misma es el punto culminante cada año en la vida de esta localidad, tanto es así que en la población hay más de 3000 cofrades repartidos entre las distintas cofradías que conforman su Semana Santa; los riosecanos que no son cofrades tienen a padres, hermanos, hijos, primos, etc., íntimamente vinculados a alguna cofradía o hermandad. En cada casa es habitual ver fotografías, cuadros o insignias relacionadas con la Semana Santa riosecana, y es un hecho frecuente que los riosecanos hablen de la procesión en cualquier época del año.
La Semana Santa es para el riosecano una manera de ser y de sentir, su conmemoración se circunscribe en la vida de la comunidad bajo las circunstancias históricas, rituales y sociales heredadas de la tradición. El rito transgeneracional es siempre el mismo, este hecho lo explicó de forma inmejorable Miguel de Unamuno cuando contempló la procesión riosecana:
Era la misma procesión de antaño. El anciano cree ver lo que vio de de niño, y el niño, aún sin darse de ello cuenta, espera ver la misma cuando llegue a anciano, si llega (…) y no ha pasado más; ni monarquía, ni dictadura, ni revuelta, ni república. Pasan los pasos y los llevan los mozos[4].
El cofrade riosecano no escenifica su vivencia procesional pues, con visitantes o sin ellos, recrearía y viviría su Semana Santa por igual, participaría de los ritos con la misma ilusión, con el mismo orden procesional, con el mismo sentir, y esto es aplicable a cofrades y no cofrades. Pongamos un ejemplo: es un hecho muy común ver a unos padres, aunque no sean cofrades, emocionarse cuando contemplan a su hijo sacar y portar “su paso”. Lo observarán sacando el conjunto escultórico al que pertenezca de la iglesia o capilla[5], lo seguirán durante la procesión y en la recogida de la misma. Y no sólo eso, en muchos casos, durante los meses previos le habrán ayudado a preparar la túnica, se hablará en casa de un modo más o menos frecuente sobre el día que saque el paso, sobre quiénes serán los hermanos cofrades que portarán el paso con el, quién será el responsable o “El Cadena”[6], etc. Son, en fin, una serie de vivencias cotidianas y familiares que proseguirán hasta llegar al punto culminante: sacar el paso. Multiplíquese este ejemplo entre los 20 pasos existentes[7] con una media de 12 cofrades portadores por paso y el entorno familiar de cada uno. A fin de cuentas, prácticamente todos los habitantes de Medina de Rioseco están inmersos en la Semana Santa.