Las
manchas
de la
Cuentan nuestros antepasados que el conejo fue muy
travieso; una vez, se encontró con el tigrillo. El co-
nejo estaba tomando agua y, como al fondo se veía el
reflejo de la luna, dijo el conejo que abajo había queso,
y el pobre tigrillo tomó agua hasta que reventó.
Luego, el conejo corrió y se colocó detrás de una pena. Volvió
a encontrar el tigrillo al conejo y le dijo: '¡Te voy a comer por-
que me enganaste!". "¡No, señor tigrillo, aquí estoy levantando al
mundo! Estoy sin comer. iiiAvudeme!!")
Y el pobre tigrillo, compadecido, se colocó debajo de la peña, y el ti-
grillo se quedó esperando y luego que vio que no regresaba el conejo,
lo siguió y lo alcanzó. Le dijo:
fiConejo, ahora sí te voy a comer!
No, señor tigrillo!... ¡Déjame medir mi tambor, y luego me comes...!
Y así, el conejo ya no salió de la luna. Y hasta la fecha, el conejo está
en la luna discurso indirecto discurso indirecto y discurso directo
sandra8358:
planteamiento desarrollo desenlace
Respuestas
Respuesta dada por:
0
Respuesta:
Pero no dices para que te ayude solo es un texto
Explicación:
Lo siento bro
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