como varía el tiempo de reacción a medida que se repite la prueba
que relación hay entre el tiempo de reacción y la supervivencia de los animales
porfa para hoy
Respuestas
Respuesta:
1.
El tiempo de respuesta o tiempo de reacción hace referencia a la cantidad de tiempo que transcurre desde que percibimos algo hasta que damos una respuesta en consecuencia. Por tanto, es la capacidad de detectar, procesar y dar respuesta a un estímulo.
El tiempo de respuesta depende de varios factores:
Percepción: Ver, oír o sentir el estímulo con seguridad es esencial para tener un buen tiempo de reacción. En una carrera de atletismo, cuando el juez da el pistoletazo de salida, el sonido llega a los oídos de los atletas (perciben el estímulo).
Procesamiento: Es necesario centrarse y entender bien la información para un adecuado tiempo de reacción. Siguiendo el ejemplo anterior, los corredores, al percibir la señal de salida, la distinguen del ruido ambiente y entienden que pueden empezar a correr (procesan el estímulo).
Respuesta: La agilidad motora es necesaria para actuar ante el estímulo y tener un buen tiempo de respuesta. Cuando los atletas han percibido y procesado correctamente la señal, empiezan a mover las piernas (dan respuesta al estímulo).
Si alguno de estos procesos se ve alterado, el tiempo de respuesta se verá afectado en consecuencia. Es decir, si un atleta tuviese un mal tiempo de respuesta, estaría en desventaja con el resto de los competidores. Además, el tiempo de respuesta incluye necesariamente un componente motor, a diferencia de la velocidad de procesamiento. Es por esto que tener un buen tiempo de reacción se identifica con tener buenos reflejos.
2.
La Biología de la conservación surgió como una disciplina aplicada y de emergencia ante la rápida pérdida de biodiversidad que estamos experimentando, enfocada principalmente en procesos a nivel poblacional y de comunidades.[1] Una de sus características es su multidisciplinaridad, integrando conocimientos de ecología, genética de poblaciones, ecología del paisaje, sociología y economía; sin embargo, el campo del comportamiento animal estaba prácticamente ausente de los primeros marcos conceptuales de la disciplina.[2][3] Esta falta de integración comenzó a hacerse notar, principalmente en programas de reproducción en cautiverio y reintroducción que solían tener bajo nivel de éxito.[4] De esta forma, a mediados de los años noventa, surgió la disciplina de “Etología de la Conservación” (Conservation Behavior en inglés) con el objeto de aplicar los conocimientos de la teoría comportamental a problemas de conservación.[3] No obstante, el número de estudios en esta disciplina ha sido reducido, principalmente dado por las diferencias en escalas de trabajo, tanto temporal como del objeto de estudio. La biología de la conservación trabaja a nivel poblacional y sobre fenómenos actuales, mientras que la etología y la ecología del comportamiento se basan principalmente en preguntas a nivel de individuos y a escalas de tiempo evolutivo.[5][6][3] Sin embargo, es el comportamiento, entre otros rasgos fenotípicos, el que eventualmente determina la supervivencia y la reproducción de los individuos;[7] por lo tanto, estos accionares individuales pueden tener grandes repercusiones a nivel poblacional.