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Respuesta dada por:
1
El perro deseaba la mandarina.
La mandarina deseaba al perro.
Era un amor prohibido.
Nadie los comprendía.
Un día, el perro decidió dar el gran paso en su relación con la mandarina.
Se la comió.
Pero lo que el perro sentía por la mandarina no era amor.
Porque cuando ves una flor,
si te gusta la arrancas.
Pero si la amas, la cuidas.
La mandarina deseaba al perro.
Era un amor prohibido.
Nadie los comprendía.
Un día, el perro decidió dar el gran paso en su relación con la mandarina.
Se la comió.
Pero lo que el perro sentía por la mandarina no era amor.
Porque cuando ves una flor,
si te gusta la arrancas.
Pero si la amas, la cuidas.
jonatandavidrp:
gracias hermano
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