Respuestas
¿Qué es un Dios?
Cuando nos referimos a Dios, hablamos de un ser omnipotente y omnipresente, a quien atribuimos la creación del universo y la vigilancia del cumplimiento de sus leyes.
Un dios es una entidad imaginaria cuya presencia o ausencia no puede ser probada de ninguna forma, y que desde tiempos inmemoriales ha acompañado al ser humano en sus diversas manifestaciones.
En cada cultura, esta entidad ha podido brindar al ser humano un sentido de destino, de propósito, de consuelo ante la muerte y, a menudo, sirviendo para configurar un modelo de leyes y de preceptos morales o filosóficos.
Quienes creen en un dios o en varios, dependiendo de lo que dicte su religión específica (hay muchas en el mundo), suelen pensar que el suyo es el único dios válido y verdadero.
Esto ocurre principalmente en las religiones monoteístas mayores (Judaísmo, Cristianismo e Islam), ya que sus credos prohíben la adoración de otros dioses, considerados por ellos como falsos.
Origen del concepto Dios
La idea de lo divino, lo sagrado o la existencia de un ser superior ha acompañado al ser humano desde las primeras culturas, por lo que no existe un registro exacto de su origen.
Es probable que las primeras ideas de Dios surgieran como una forma de explicarse y hacer comprensibles diversos fenómenos naturales que escapaban a su entendimiento, como la salida y puesta del Sol, los ciclos de la lluvia, las estaciones climáticas, o el origen del mundo.
Atributos de un dios
Los atributos de los dioses pueden variar enormemente dependiendo de la tradición religiosa, pero algunos suelen ser comunes (aunque no “universales”):
Ubicuidad. Un dios está en todos lados, como una presencia invisible. Por eso puede verlo todo o estar en varios sitios a la vez.
Simpleza. Los dioses son entidades primigenias, que a lo sumo tienen progenitores divinos también, pero que son simples en principio, pues responden a un conjunto de ideas asignadas, como puede ser el dios del sol, el dios del mar, etc.
Poderes. Los dioses poseen poderes sobrehumanos y generalmente modelan la realidad a su antojo, especialmente aquellos segmentos de la misma con que tengan afinidad. Por ejemplo, el dios del mar es también responsable de las olas, de los maremotos, etc. En el caso del dios monoteísta, simplemente es omnipotente, capaz de todo.
Infinitud. Los dioses no mueren, a menos que sea a manos de otros dioses, y a menudo pueden ser revividos, o pueden perdurar con otras formas o en otros cuerpos. El dios monoteísta no conoce tiempo ni destino, es eterno e insondable, pues no está sujeto a las leyes del universo que él creó.
Autonomía. Los grandes dioses, como el monoteísta, no provienen de ninguna parte, sino que se hicieron a sí mismos, y por ende no le responden a nadie sino a su propia voluntad. Son “el alfa y el omega” (el principio y el fin del alfabeto griego).
Dios en el cristianismo
El dios del cristianismo es, en principio, el mismo del Antiguo Testamento judío.
Sin embargo, su imagen está reelaborada a partir de un nuevo pacto que hizo con la humanidad luego de que su hijo, el último profeta y mesías según esta religión, fuera crucificado por los romanos.
Esto es lo que se relata en los libros que componen el Nuevo Testamento de la Biblia. Existen notorias diferencias entre el dios de cada parte del libro, probablemente porque se deben a culturas separas por miles de años.
Sin embargo, para el credo cristiano, la versión que se impone es la que Jesús de Nazaret predicaba: la de un dios amoroso, perdonador, omnipresente y omnipotente.
Este dios a la vez puede ser despiadado con los infieles y está listo para ejercer un castigo eterno a quienes considerara culpables cuando llegue el día del Juicio Final. Este día ocurrirá cuando Jesús, que resucitó al tercer día, regrese de entre los cielos.
Este dios es, además, una Trinidad sagrada: Padre, Hijo y Espíritu Santo en una única entidad divina, que custodia el reino de los cielos adónde van los justos a reposar por eternidad. Este dios carece de nombre, pero es asimilable a Jesucristo.
Dios según el judaísmo
El dios del judaísmo es el descrito en el Antiguo Testamento de la Biblia y en las escrituras semíticas del Tanaj.
Para esta religión Jesús de Nazaret fue sólo un profeta más en una larga línea de receptores de la palabra divina, por lo que aún la humanidad espera por la llegada del mesías salvador.
Este dios monoteísta es sumamente severo.
Su código de vida es acatado de manera rigurosa por los judíos más ortodoxos, quienes han renunciado al cerdo por ser un animal prohibido, así como a la comida que no sea kosher o preparada según los mandatos divinos.
Este dios tiene un nombre impronunciable, pero se hace referencia a él como Yahveh.