Respuestas
Respuesta:
Hl
Explicación:
La atención integral a la salud mental (AISM)
debe considerar al sujeto influenciado por
diferentes representaciones sicosociales que son
determinadas por múltiples variables sociales,
políticas, culturales, ambientales y económicas,
y que pueden intervenir en el estado de armonía
o de desequilibrio del cuerpo-mente-emociones
(entorno interno), interrelacionado con las
relaciones interpersonales, las relaciones
sociales y el medio ambiente (entorno externo)
de una persona, encuéntrese en el estado de
desarrollo en que se encuentre el sistema
nervioso central. Dicho estado puede ser el de
una sensación agradable de buscar
transformación positiva, lo que incita a un buen
desarrollo humano integral, sostenible, diverso,
equitativo y justo o como una sensación
negativa que puede retardar el desarrollo local,
regional y nacional. Por esto, el valor preventivo
de la salud mental para una vida feliz, la
influencia de la genética y la interrelación
armoniosa del entorno familiar y ambiental
entran a desempeñar un papel significativo en la
compleja fórmula bioquímica de la mente y del
organismo humano.
Aunque en Colombia no se dispone de datos
evidentes acerca de los tipos de servicios de
atención en salud mental, se observa que se
limitan al tratamiento farmacológico como
única opción, pudi éndose presumir que
desconocen, ignoran o subvaloraran la
multicausalidad de la alteración mental. Ello da
lugar a pensar en la necesidad de buscar otras
alternativas terapéuticas apropiadas, no
farmacológicas, que sean más seguras, eficaces
y de fácil acceso para el usuario que los
sicofármacos, y que le permitan un mejor
bienestar según la situación clínica del paciente.
Hay que tener en cuenta que el sujeto es un ser
sicosocial y que, según su idiosincrasia y las
posibles características neurotóxicas del
sicofármaco, este no limita su acción al órgano
diana, como lo hacen, por ejemplo, la mayoría
de los medicamentos hepatotóxicos
(acetaminofén). Por el contrario, los efectos de
los medicamentos que actúan en el sistema
nervioso central repercuten sobre funciones tan
dispares como son la actividad síquica, el
sistema cardiovascular y la función respiratoria,
entre otras. Por tanto, el profesional sanitario
debe capacitarse con base en que la salud
mental y la salud física conforman la existencia
de unas relaciones humanizadas, no se trata solo
de la interpretación del funcionamiento
fisiológico del organismo de un individuo y el
uso de sicofármacos. Sin embargo, si los
medicamentos son realmente necesarios, deben
utilizarse con mucha prudencia.
La salud mental plantea también las
características de las relaciones interpersonales
y sociales en que cada sujeto se asienta, se
construye y se desarrolla en forma integral y
sostenible, entendido como un proceso que debe
articular los aspectos humanos, sociales
políticos, económicos y ambientales para la
construcción de un tejido social innovador, cada
vez más humano, justo, libre y con mayor
calidad de vida para satisfacer las necesidades
básicas de la mayoría, lo que permite romper
una cultura viciada de antivalores y sustituirla
por otra cultura virtuosa en los mínimos valores,
con unos vínculos de cooperación y de
solidaridad través de los cuales se afirme la
persona individual y se reconozca en el
colectivo, la diversidad y la diferencia del otro.
Para lograr este propósito, la formación
pedagógica de los estudiantes y profesionales
sanitarios deber ía subrayar la necesidad de ser
orientada en los principios pedagógicos del ser,
el hacer, el servir y el trascender en los mínimos
valores con proyección a la comunidad para
cumplir con nuestra función social desde el
saber de cada disciplina.1
En esta perspectiva, en el contexto de Colombia,
se plantea un panorama empírico de la
promoción de la salud mental y de la prevención
de las alteraciones mentales, así como su
servicio de atención y de rehabilitación integral,
en que la atención a las alteraciones mentales
parecería que no se relaciona con múltiples
variables como las mencionadas. Además se
subestiman o se ignoran, y el servicio de
atención en salud mental se limita, en la
mayoría de los casos, al uso indiscriminado de
sicofármacos como primera opción, sin
considerar otras posibles alternativas que
responda de manera integral a las causas
determinantes del estado del paciente, según las
particularidades clínicas, sicosociales, culturales
y económicas de cada individuo.
La atención óptima de la salud mental con
aspectos de gestión de calidad total en los
servicios de atención en salud debe analizarse y
acordarse por parte de un equipo
interdisciplinario que acompa ñe a un ser
humano con nombre y apellido, respetando su
identidad, personalidad, características y
conductas. Por esta razón, es necesaria la
,