• Asignatura: Salud
  • Autor: carlosernestoescobar
  • hace 4 años

que es estereotipo, bulimia y anorexia y relaciónalo con la buena alimentación

Respuestas

Respuesta dada por: echavarriarojasvalen
2

Respuesta:

Los estereotipos de género tienen gran influencia en los hábitos de

alimentación de los adolescentes costarricenses y los padres de familia los

refuerzan, destaca un estudio realizado por expertos del INCIENSA, la

Universidad de Costa Rica, la Universidad Nacional y la CCSS.

Un total de 192 adolescentes, de 8 escuelas rurales y urbanas de San José,

con edades entre los 14 y los 17 años y 64 padres de familia, de diferente nivel

socioeconómico, participaron en este estudio cualitativo descriptivo, efectuado

mediante la conformación de 32 grupos focales.

Los resultados, publicados en la revista American Journal Health Promotion

2015, 29 (5): 303-310, evidenciaron la relación directa y diferencial con los

conceptos femenino y masculino de la cultura patriarcal, indicó el investigador

principal del estudio, Dr. Rafael Monge, del INCIENSA.

El consumo de comidas rápidas, comidas chatarra, frituras, carne,

chocolate, harinas y “cualquier cosa que quite el hambre”, es asociado, por ambos

sexos, con ser masculino, al igual que comer rápido y mucho; a aquellos que se

apartan de esta práctica los consideran poco masculinos u homosexuales. Por su

parte, el consumo moderado de alimentos, comer frutas y vegetales unido a comer

despacio, lo consideraron propio de las mujeres o de hombres homosexuales o

gay.

Las opiniones sobre comida no saludable como elemento propio de la

masculinidad, están estrechamente relacionadas con el nivel del desarrollo

cognitivo que se tiene en la adolescencia para analizar situaciones complejas; no

son tanto por validar la masculinidad hegemónica.

“En esta etapa de la vida el desarrollo cognitivo está más orientado a lo

concreto, el pensamiento para comprender lo que ocurre, va a los extremos: negro

o blanco, sin visualizar la gama de colores, lo que se adquiere en etapas

posteriores, por tanto establecer una diferencia clara y diáfana entre hombres y

mujeres es una situación propia de la adolescencia, al igual que la diferenciación

de la heterosexualidad y la homosexualidad, eso no significa que los adolescentes

tengan una intolerancia a la orientación homosexual, sino que es reflejo de su

búsqueda para diferenciar entre lo masculino y lo femenino”, explicó el Dr. Monge.

De acuerdo con los resultados de este estudio, los padres perciben el

control del peso, a veces obsesivo, de sus hijas como un comportamiento propio  

de las mujeres para ser femeninas, “pues son vanidosas y tienden a buscar la

imagen corporal”. De acuerdo con el Dr. Monge, “este aspecto es preocupante

porque la construcción de la feminidad, a partir de la apariencia física, por medio

de la alimentación, incrementa el riesgo de trastornos alimentarios”.

“La “vanidad” como manifestación de su feminidad las obliga a dejar de

comer y esto lleva a un mayor riesgo de desórdenes en la alimentación como la

bulimia y la anorexia, así como a un mayor riesgo de obesidad. Ante la fuerte

presión por mantener la imagen idealizada las adolescentes quedan como simples

receptoras del mandato social, sin reflexionar sobre las consecuencias. Además,

por esta misma vanidad el ejercicio físico se deja de lado, pues el estar

despeinadas “mal presentadas” es considerado poco femenino”

Poner a disposición de los promotores de la salud estos resultados es uno

de los principales aportes de este estudio, porque esta información es esencial

para elaborar e implementar estrategias para la modificación de hábitos

alimentarios ante la complejidad que esto conlleva, señaló finalmente el Dr.

Monge.

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