• Asignatura: Historia
  • Autor: katherinecenteno720
  • hace 4 años

Escribe un cuento largo

Respuestas

Respuesta dada por: nicolacosta941
0

Respuesta:  EL DÍA MÁS FELIZ DEL MUNDO

Para Rainier mi pequeño bebé,

que este cuento te recuerde que un día feliz

no tiene que ser perfecto para los espectadores de tu vida,

solo tiene que ser perfecto para ti.En el día más feliz del mundo Mamá y Bebé

Se levantaron temprano e inventaron qué comer

Con pan, leche y limones, pizza, chocolate y miel,

Y les pareció rico lo que juntos cocinaron

Porque cuando están juntos todo les sabe bien.

En el día más feliz del mundo mamá y bebé

Hicieron disfraces y sombreros de papel,

Colgaron sabanas y cobijas en la pared

y de saltar y saltar, dejaron las camas sin hacer.

En el día más feliz del mundo Mamá y bebé

Recogieron un gato y un perro que no tenían que comer,

El corazón de bebé se conmovió ante el dolor

Y el de mamá sonrió por su bondad y su amor.

Y aunque mamá no tiene dinero para Bebé y sus mascotas

Se contentó porque el siente respeto por las cosas,

Porque Bebé es feliz compartiendo lo que tiene

Y cuidando a los demás, sean humanos o no.

En el día más feliz del mundo hizo frio y empezó a llover

Corrieron a recoger la ropa y terminaron mojados los tres:

La ropa, mamá y bebé,

Porque a mitad de camino decidieron que ese día

Mojarse, llenarse de barro y reírse iban bien.

En el día más feliz del mundo Mamá rezó

Para que el tiempo fuera lento y no veloz,

Porque bebé ya nunca sería tan pequeño como ese día…

Mañana por la mañana será un poquito más grande

Y llegará el momento en que ya no pueda alzarle.

En el día más feliz del mundo

Bebé se quedó dormido con las manitas sucias,

Con el cabello mojado por el sudor de correr,

Con los ojitos llorosos por su rodilla raspada

Que con muchos besitos Mamá le curo a Bebé

En el día más feliz del mundo Mamá y Bebé

Se quedaron dormidos con la ropa sucia del día vivido

¿Para qué usar el tiempo en ponerse la pijama

Si pueden invertirlo en reírse en la cama?

Recuerda siempre Bebé, te lee Mamá que te ama…

Explicación:

Respuesta dada por: LuzRegina
3

Respuesta:

Una tarde calurosa de verano estaba Alicia en el río junto a su hermana. Trataba de matar el aburrimiento como podía cuando de repente pasó por allí un conejo que llevaba puesto un chaleco.

- ¡Voy a llegar tarde! - decía el animal mirando su reloj

Alicia lo siguió hasta una madriguera, entró tras él y cayó por un largo pozo hasta que de repente apareció en una sala que tenía muchas puertas, y en el centro mesita de vidrio que contenía una llave dorada. Probó a abrir con ella todas las puertas hasta que encontró la que abría. Al otro lado había un jardín precioso pero la puerta era demasiado pequeña para ella. Miró hacia la mesa y vio una botellita con una etiqueta que decía: “bébeme”.

Bebió un poco que se hizo tan pequeña que pudo pasar por la puerta hasta el jardín. Pero entonces se dio cuenta de que se había dejado la llave encima de la mesa y ahora no llegaba hasta ella. Hasta que descubrió que debajo de la mesa había una cajita con un pastel en el la que ponía “Cómeme”. Alicia hizo caso y empezó a crecer y crecer hasta que llegó casi a los tres metros de altura y se golpeó con el techo de la habitación en la cabeza. Pero claro, ahora no podía volver al jardín y eso hizo que se pusiera a llorar.

Al cabo de un rato apareció por allí el conejo blanco con un par de guantes blancos en una mano y un gran abanico en la otra.

- ¡La duquesa se enfadará si la hago esperar! - decía

- ¡Señor conejo! Espere un momento por favor - gritó Alicia

 

Pero el conejo salió corriendo a toda velocidad. Tanto, que se le cayeron los guantes blancos y el abanico. Como hacía mucho calor en aquel lugar, Alicia cogió el abanico del conejo y comenzó a abanicarse con él. Como se dio cuenta de que volvía a hacerse pequeña otra vez, lo soltó rápidamente antes de que fuese demasiado tarde.

Intentó de nuevo coger la llave de la mesa, resbaló y de repente apareció metida en agua salada hasta la barbilla. Pero no era agua salada. ¡Era el estanque de lágrimas que había producido antes al echarse a llorar!

Pronto el estanque se llenó de toda clase de animales: un dodo, un ratón, pájaros, un pato… todos empezaron a nadar juntos y lograron llegar hasta la orilla del estanque. Como todos estaban muy mojados y querían secarse, el dodo propuso un divertido juego: todos correrían en círculo a su antojo y se detendrían en el momento en que quisieran. Alicia pensó que era un juego un poco extraño, pero como todos ganaron le pareció divertido.

Entonces pasó por allí de nuevo el conejo. Estaba muy nervioso y miraba a todos lados buscando algo.

- ¡Tengo que encontrarlos! Tengo que encontrarlos como sea o sino la duquesa…

Alicia, que oyó al conejo, supo enseguida que lo que andaba buscando eran sus guantes blancos y su abanico.

- ¡Mary Ann ve a casa ahora mismo y tráeme un par de guantes y un abanico!

Alicia pensó que le estaba confundiendo con su doncella, pero como quería ayudarle le obedeció.

En la casa encontró una mesa sobre la que había un abanico y dos o tres pares de diminutos guantes blancos. Al lado una botellita de cristal sin etiqueta alguna. Decidió probarla y de repente, creció tanto que quedó encajada dentro de la casa y ya no pudo salir.

 

El conejo y otros animales trataron de sacarla y hasta pensaron en quemar la casa y finalmente sucedió que cayó una granizada de piedrecillas. Por supuesto, no eran piedras comunes y Alicia se dio cuenta de que se convertían en pastas de té cuando caían al suelo. Comió una y…. ¿qué creéis que pasó? Que Alicia volvió a hacerse pequeña y salió corriendo de la casa.

Se adentró por el bosque y decidió que primero debía hacer era recuperar su tamaño, y lo segundo, regresar al precioso jardín.

Al cabo de un rato se encontró con una oruga que desde lo alto de una seta, fumaba en un narguile.

- ¿Quién eres? - preguntó la oruga

- Creo que ya no lo sé. He cambiado tantas veces de tamaño que me siento un poco confundida - dijo Alicia

¿De qué tamaño quieres ser?

- Me gustaría ser un poco más grande...

- Un lado de te hará más grande y el otro más pequeña - contestó la oruga mientras se bajaba de la seta y se alejaba entre la hierba

Alicia permaneció unos instantes tratando de entender lo que había dicho la oruga hasta que por fin lo consiguió. Arrancó un pedazo del lado derecho de la seta y lo mordió. Se hizo tan pequeña que su barbilla se golpeaba con los pies, así que mordió un trozo del lado izquierdo de la seta. Pero su cuello empezó a crecer tanto que sus manos no le llegaban a la cabeza y un pájaro la confundió con una serpiente. Volvió a comer de uno y otro lado hasta consiguió recuperar su tamaño habitual.

Explicación:


LuzRegina: si te ayude coronita plis
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