UN MATRIMONIO CHIBCHA
Un domingo por la tarde, Beatriz y Paola debieron permanecer en casa porque caía un recio aguacero. Esperaron que el hombre del cigarrillo terminara la lectura de los suplementos literarios y, ofreciéndole una taza de café humeante, le pidieron les contara una leyenda chibcha que hablara de dos jóvenes enamorados y su unión en el matrimonio.
Entonces escucharon lo siguiente:
En la población de Guatavita había un joven que ganó mucho afecto de los caciques y del Zipa, pues poseía un buen carácter y una pasmosa habilidad para trabajar el oro y hacer bellas artes, narigueras y encantadoras figuras laminadas de hombres con cabeza de tigre y seis brazos. Y por su modo de ser también lo querían las gentes que encontraban en él un artista sencillo y un gran amigo.
En una ocasión tuvo que viajar a Bacatá para ejecutar un trabajo encomendado por su cacique; y en esa ciudad conoció otro artesano, un carpintero de edad madura que tenía tres hijas.
Un día el carpintero lo invitó a su casa para ofrecerle un agasajo y allí el joven artista se llenó de gozo y sintió la loca carrera de su corazón, cuando sus ojos se clavaron en una de las hijas de su anfitrión.
La imagen de la joven no se borraba de su mente y en los días que siguieron a la visita, pernsaba: “Es suave y obediente. Sedosa es su cabellera negra y no puede haber más brillo en otros ojos. Sus modales son los de una mujer seria y su voz es muy grata al oído”.
El joven artista estaba enamorado y decidió pedir a la joven en matrimonio. Entonces escogió una primorosa manta y la envió al padre de la muchacha en señal de sus aspiraciones. Pero no obtuvo respuesta y por eso, tal como lo decían las leyes, decidió insistir enviándole otra manta con una carga de maíz. Y como esta vez el padre de la joven diera muestras de simpatía, entonces el joven se acercó durante un amanecer a la casa de su amada e hizo unos ruidos discretos para que adviertieran su presencia. Así estuvo varias horas y su espera fue premiada cuando apareció en la puerta la muchacha, radiante y con una totuma llena de uan bebida que se llama chicha y se obtiene del maíz fermentado. La joven probó la bebida y luego la ofreció a su enamorado, este tomó el resto del contenido mientras su pecho se sacudía emocionado, porque con esta simple ceremonia se había manifestado el consentimiento de la muchacha.
Muy felices los jóvenes se dirigieron hacia el rancho del jeque, un sacerdote que celebraría su matrimonio.
El viejo jeque los recibió con agrado y luciendo sus adornos sagrados se dirigió con estas preguntas a la joven:
--¿Sabes quién es Chimichagua? -
-- Es el padre crador de todas las cosas-.
-- ¿Sabes quiés es Bochica? –
-- Es el gran maestro del pueblo y también su protector.-
-- El jeque hizo una pausa y prosiguió con las preguantas:
-- ¿Amarás a Chimichagua más que a tu esposo?-
-- Sí –.
-- ¿Obecerás las leyes que nos dio Bochica?-
-- Sí -contestó la joven-
-- ¿Amarás a tus hijos más que a tu marido?
-- Sí -.
-- ¿Amarás a tus hijos más que a ti misma? –
-- Sí –
Entonces el jeque se volvió hacia el joven preguntándole:
-- ¿Quieres que esta mujer viva entu casa? –
-- SÍ quiero-.
-- ¿Cumplirá las leyes de Bachué?-
-- sí -
-- Si luego encuentras otras mujeres, ¿esta será siempre la primera?-
-- Sí -.
La ceremonia concluyó y el joven se trasladó con su esposa a Guatavita, donde emprendieron una vida común muy dichosa y fueron favorecidos con la llegada de un hijo.
Cuando el niño tuvo ocho días de nacido, sus padres empaparon con leche una mota de algodón y, después de envolverla en una hoja de tabaco, se acercaron a las orilla de río y lanzaron el envoltorio a las aguas. De inmediato se zambulleron los mejores nadadores del pueblo y, luego de unos momentos cargados de inquietud, salieron a la superficie y ganaron la orilla con el paquetico de algodón en sus manos, en medio del gran regocijo de todos los presentes y del orgullo de los padres, pues el hecho de que los nadadores no hubieran perdido el pedazo de algodón en los remolinos de la correinte, era señal de que el niño contaría con una larga existencia llena de felicidad.
(Fernando Solarte Lindo)
2. Ordena los hechos en la secuencia en que aparecen en el texto. Escribe el número correspondiente a la izquierda.
____ El joven artista decidió pedir la mano de la joven.
____ La muchacha manifestó su consentimiento ofreciéndole al joven una toruma llena de chicha.
____ El jeque recibió a los novios y les hizo varias preguntas.
____ El hijo del matrimonio nació en Guatavita.
____ Los nadadores rescataron la mota de algodón de los remolinos del río.
____ El joven artista se enamoró de una de las hiajs del carpintero.
____ Cuando el niño tenía ocho días lanzaron al río una mota de algodón envuelta en tabaco.
____ El joven viajó desde Guatavita hasta Bacatá para hacer un trabajo.
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