que son los biculos humanos

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Respuesta dada por: misael98
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El vínculo humano y la construcción de la identidad personalLa construcción de un sentido de identidad y de univocidad personal es la característica distintiva del modo en el cual un sistema individual construye su orden autorreferencial, tanto que la diferenciación progresiva y gradual del sentido de sí mismo aparece desde el inicio interconectada con el desarrollo cognitivo y emotivo. Por lo tanto los mecanismos que sustentan la identidad personal están estrechamente conectados con aquellos que sustentan el conocimiento. Podemos decir entonces que durante el ciclo de vida individual humano van a surgir niveles más integrados de identidad y de conocimiento de sí mismo.Examinemos como ocurre esto.Habíamos señalado que los primates viven una realidad intersubjetiva y que la supervivencia del joven primate y del adulto va a depender de la calidad de vinculación con la madre y no sólo de una relación de proximidad física de cuidado y protección. Si nos desplazamos de los primates a los humanos, vamos a encontrar que el sistema vincular se torna extremadamente complejo. Porque el sistema de vínculo humano es el medio por excelencia por el cual cada humano logra construir un sentido de sí mismo, específico y único por el cual se reconoce, es decir que vincularse a alguien es reconocerse y tener un sentido de sí mismo específico.Una figura de vinculación en el niño es una coordinación de sensaciones de acciones, de percepciones que dan un sentido de sí mismo. Este tema del vínculo e identidad es el tema básico de todo el desarrollo emocional desde los 0 hasta los 18 años a 20 años. Podemos decir muy breve y gráficamente que la calidad del vínculo es la manera de dividir y ordenar el espacio con ciertas tonalidades emotivas de la misma manera como lo veíamos en los primates. Se empieza a ver entonces que en el niño, desde el momento mismo de nacer y de acuerdo a las modulaciones emotivas que acompañan sus experiencias activadoras relacionadas con el alejamiento de la figura referencial (que puede ser la madre u otra persona) o de las tonalidades emotivas que están asociadas a la desactivación por el acercamiento a la figura vincular, algunas tonalidades emotivas comienzan a delinearse más que otras. Lo que sabemos hoy con respecto al desarrollo emocional es que los humanos nacemos con un repertorio de emociones. Podemos decir que un niño al momento de nacer tiene un repertorio de emociones básicas potencialmente listas, completas. Ahora, estas emociones van a tomar forma a través de la experiencia inmediata, que van a tener que ver con los procesos de vinculación con las figuras de referenciales. En base a las características emotivas de la persona que ejerce el vínculo, ciertas tonalidades emotivas serán más seleccionadas que otras. Por ej.: en una madre muy preocupada y asustada con su hijo, en éste la tonalidad emotiva de miedo será mucho más desarrollada y vivida que las otras. Otra madre que no está nunca presente o que no acude a los llamados de su hijo, la tonalidad emotiva de pérdida, abandono y desamparo serán seleccionadas en él. Pero estas emociones se irán desarrollando de una manera diferente a los pensamientos, cuya forma es secuencial y lineal. El desarrollo de las emociones es por semejanza analógica. Para Guidano la mejor metáfora de cómo esto sucede es la metáfora musical. Si se tiene presente cómo se construye una sinfonía, notamos que en ella hay una tonalidad musical básica y que ésta es la llave ordenadora de todas las otras tonalidades musicales.Volvamos entonces a ese niño que su particular vínculo familiar le ha seleccionado y amplificado una tonalidad emotiva de pérdida. Todo su desarrollo emotivo se hará en esa línea, es decir, el niño va a diferenciar las otras tonalidades emotivas confrontándolas con la pérdida. Así la tonalidad emotiva de alegría es la ausencia de pérdida. El miedo, la anticipación de una pérdida. La tristeza, la vivencia de la pérdida, etc. Todas las emociones son diferenciadas desde esta tonalidad básica. La calidad emotiva del vínculo se refleja en una unidad organizativa del dominio emotivo que es un proceso. Es unitario porque hay una tonalidad emotiva de fondo, que le va dando al niño un sentido específico de sí mismo, de identidad, de unicidad en diferentes situaciones, y con esa modalidad el niño diferencia todas las emociones. Es unitaria porque todas las emociones son contempladas siempre como derivadas de una sola. Esta unidad da un sentido específico de uno mismo como una manera precisa de sentirse en el mundo.

La duración completa de ese proceso se prolonga hasta pasada la adolescencia. La vinculación se va volviendo más compleja lo largo del desarrollo para favorecer la instauración de procesos autorreferenciales más estructurados, como la identificación y la imitación de modelos.

Respuesta dada por: rafaelduque1982
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El Ser Humano es un ser relacional.  Establecer vínculos forma parte de la naturaleza humana, según cuál sea la característica de estos vínculos, estaremos en un nivel u otro de la escala evolutiva.

Si somos individualistas vamos a estar preocupados por nosotros mismos, defendiendo nuestros intereses y objetivos, sin importar lo que le pase a los otros, estado que con lleva a la agresividad, soledad, injusticia, sufrimiento. Si tenemos en cuenta al Otro, podremos abrir un espacio de comunicación que no solo nos ofrece la posibilidad de expresarnos, sino también de escuchar otros modos de ver, de sentir, de pensar.  Si no smantenemos cerrados podremos ser respetuosos (o no) de las diferencias, pero nos quedaremos con nuestra posición y no aprenderemos nada nuevo. Si hay apertura, se dispararán multiplicidad  estímulos que nos mostrarán algo más sobre nosotros mismos y sobre  el otro, y nos darán nuevos elementos para seguir creciendo.

La IDENTIDAD solo se manifiesta y desarrolla en relación con otras personas.  El Otro es indispensable en la expresión recíproca de los potenciales, el Otro con sus diferencias, nos enriquece y estimula el desarrollo de nuestra Identidad.

Los seres humanos tenemos la capacidad de emocionarnos, de reconstruir el mundo y el conocimiento a través de los lazos afectivos. Somos capaces de sentir, de comprometernos con el entorno, de llorar y reir, todo lo cuales posible porque hay otros.  Pero padecemos, según dice Luis Carlos Restrepo, de analfabetismo afectivo, esto es: “sabemos sumar, multiplicar y dividir, pero nada sabemos sobre nuestra vida afectiva, mostramos torpeza en nuestras relaciones con los otros.

Un pasoa delante en la evolución de la afectividad nos lo da la Empatía: la capacidad de percibir y comprender lo que le ocurre a otra persona, ponerse en el lugar del otro, reconocer al otro como semejante, escuchar y adivinar lo que le sucede. Constituye un fenómeno de expansion de conciencia y una forma evolucionada del vínculo. Si avanzamos aún más, la forma más elevada se da en el ENCUENTRO con el otro, ese encuentro que produce una vivencia de éxtasis, de agradecimiento, de sacralidad, donde se une lo sagrado de uno mismo, con lo sagrado del otro. (Rolando Toro. Biodanza)

Alcanzar este estado en el desarrollo de la afectividad, implica animarse a transitar el vertiginoso camino de las relaciones humanas, dispuestas/os a aprender de nuestros semejantes y con ellos, a ponernos en su lugar, a comprender sus necesidades, a respetar y honrar su individualidad, su ser único.  Y para ello es necesario integrar el pensamiento, con las emociones y con el cuerpo, promoviendo el encuentro en las diversas formas de dialogo: la Mirada, la Ternura., la caricia, el Abrazo, la palabra, el silencio, el dar  y recibir, cuidar y ser cuidado, amar y ser amado.Tenemos mucho que aprender.

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