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la importancia de los juegos tradicionales es porque preservan la cultura de cada región, además transmiten reglas, permiten seguir instrucciones y normas que se han establecido de generación en generación y que ayudan a la formación.
Los juegos tradicionales fomentan las habilidades sociales, ya que al jugar en grupo los peques aprenderán a respetar turnos, normas del juego, conocerán a otros peques creando o fortaleciendo vínculos de amistad.
Jugar es un derecho de los niños y una necesidad. A partir de esta necesidad las personas experimentamos, sentimos curiosidad y descubrimos, nos expresamos y aprendemos sin darnos cuenta de ello.
El juego es una herramienta de aprendizaje innata en la que se produce un proceso interactivo y de comunicación con el entorno natural y con otras personas.
La relación que se da, a través del juego, entre niños o entre niños y adultos les llevará a los más pequeños a entender y comprender qué pasa en el mundo en que vivimos.
Siguiendo las normas de un juego un niño o niña aprende a respetar el turno; desarrolla la creatividad y la imaginación; reflexiona sobre diferentes temas e intenta gestionar sus emociones como por ejemplo, la alegría, la rabia o la frustración, entre otros. Así, cuando el niño juega se muestra tal como es porque el juego es libre. Decide si quiere jugar o no y esta libertad permite que disfrute del juego y se divierta con el objetivo de entretenerse, dejando de lado las obligaciones y concentrándose sólo en la acción de jugar
¿Porqué es importante jugar?
Juegos y animación Infancia Derechos de la infancia Habilidades parentales
¿Porqué es importante jugar?
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10.04.18
Jugar es un derecho de los niños y una necesidad. A partir de esta necesidad las personas experimentamos, sentimos curiosidad y descubrimos, nos expresamos y aprendemos sin darnos cuenta de ello.
El juego es una herramienta de aprendizaje innata en la que se produce un proceso interactivo y de comunicación con el entorno natural y con otras personas.
La relación que se da, a través del juego, entre niños o entre niños y adultos les llevará a los más pequeños a entender y comprender qué pasa en el mundo en que vivimos.
Siguiendo las normas de un juego un niño o niña aprende a respetar el turno; desarrolla la creatividad y la imaginación; reflexiona sobre diferentes temas e intenta gestionar sus emociones como por ejemplo, la alegría, la rabia o la frustración, entre otros. Así, cuando el niño juega se muestra tal como es porque el juego es libre. Decide si quiere jugar o no y esta libertad permite que disfrute del juego y se divierta con el objetivo de entretenerse, dejando de lado las obligaciones y concentrándose sólo en la acción de jugar