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En la naturaleza encontramos modelos de relaciones entre las distintas especies de animales, unas son antagónicas, aquéllas donde una de las especies sale perjudicada. El parasitismo es un tipo de relación antagónica, así como la depredación, con dos elementos nuevos, a saber; la violencia y la destrucción.
Pero también encontramos relaciones simbióticas donde los resultados son de beneficio. El llamado mutualismo es el tipo de relación donde ambas especies salen beneficiadas de la relación y además, no pueden vivir el uno sin el otro. Las relaciones que las organizaciones establecen con sus proveedores se me antoja que se pueden clasificar de parecida manera. Existen las relaciones antagónicas, incluidas las del tipo depredación, donde el cliente es maltratado en las formas y desatendido en los contenidos poniendo en riesgo la supervivencia de su cliente. El proveedor parásito es aquél que te chupa recursos. Da más problemas que soluciones, generando incidencias constantes cuya culpa siempre es de “otro” y con frecuencia, te cobra equivocadamente, siempre a su favor. El mutualista ha dado con el filón y se olvida de diversificar porque es mas cómodo vivir de un solo cliente o, de muy pocos, que le aseguren la rentabilidad, que tener que buscar clientes todos los días planificando un crecimiento que exige estructura.
Espero que te sirva :)
Pero también encontramos relaciones simbióticas donde los resultados son de beneficio. El llamado mutualismo es el tipo de relación donde ambas especies salen beneficiadas de la relación y además, no pueden vivir el uno sin el otro. Las relaciones que las organizaciones establecen con sus proveedores se me antoja que se pueden clasificar de parecida manera. Existen las relaciones antagónicas, incluidas las del tipo depredación, donde el cliente es maltratado en las formas y desatendido en los contenidos poniendo en riesgo la supervivencia de su cliente. El proveedor parásito es aquél que te chupa recursos. Da más problemas que soluciones, generando incidencias constantes cuya culpa siempre es de “otro” y con frecuencia, te cobra equivocadamente, siempre a su favor. El mutualista ha dado con el filón y se olvida de diversificar porque es mas cómodo vivir de un solo cliente o, de muy pocos, que le aseguren la rentabilidad, que tener que buscar clientes todos los días planificando un crecimiento que exige estructura.
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