Respuestas
1. Cuando vino el Espíritu Santo los que lo recibieron "estaban sentados" EN SU CASA. Hechos 2:2. "El cual llenó todo la casa donde estaban sentados". No estaban en el templo, ni en alguna plaza pública o calle. No se dice que estuviesen reunidos para rendirle culto a Dios. Era bastante temprano en la mañana de aquel gran día. Pedro empezó su discurso a eso de las nueve antemeridiano. Según Hechos 2:15 era "La hora tercera del día" debido a que usaban el método judaico de contar las horas. Para nosotros, era las nueve de la mañana. Ya antes de empezarlo mucho había sucedido: el Espíritu Santo había venido, la multitud se había juntado y los judíos "de todas las naciones bajo el cielo," habían oído el mensaje, en sus propias lenguas natales, "las maravillas de Dios" (Hechos 2:4-11). Deducimos que el Espíritu vino entre las 6.00 y las 8.30 de aquella mañana.
2. Todos los que hablaron lenguas en el día de Pentecostés eran galileos. "Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan"? (Hechos 2:7). Todos los apóstoles eran galileos (Hechos 1:11). No se nos dice si todos los demás discípulos fuesen de Galilea. La observación de la multitud de que todos los que hablaban lenguas eran galileos es, a lo menos, prueba circunstancial de que solamente los apóstoles hablaban lenguas extrañas aquel día.
3. Si todos los 120 recibieron la medida sobrenatural del Espíritu en el día de Pentecostés, ¿por qué solamente los doce apóstoles se pusieron de pie para explicar los acontecimientos de aquel día? "Entonces, Pedro, poniéndose en pie con los once" (Hechos 2:14), no con los 120.
4. Si los 120 hablaron lenguas., ¿por qué los de la multitud que fueron compungidos de corazón al oír la verdad sobre Cristo se dirigieron exclusivamente a los apóstoles diciendo a Pedro y a los otros once: "Varones hermanos, ¿qué haremos"? (Hechos 2:37).
5. Si los 120 recibieron los mismos poderes sobrenaturales que recibieron los apóstoles, entonces los 120 hubieran sido iguales en poder y autoridad a los apóstoles. Pero sabemos que no tenían el mismo poder y autoridad. Pues, no recibieron la misma medida del Espíritu.
6. Si los 120 primero, y luego los 3.000, recibieron poderes sobrenaturales del Espíritu, ¿por qué dice Hechos 2:43 que "muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles"? Si todos los convertidos hablaron lenguas e hicieron señales, la Biblia nos diría que todos lo hicieron, no solamente los apóstoles.
7. Si todos hablaron lenguas e hicieron milagros, ¿por qué dice Hechos 5:12 que "por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo"? ¿Por qué "sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos"? Si había tantos miles de convertidos y todos recibieron el mismo poder que los apóstoles recibieron en el día de Pentecostés, ¿por qué no entraron en todas las casas de la ciudad sanando a todos los enfermos y hablando a todos en lenguas extrañas? ¿Por qué no salieron a otras ciudades sanando, hablando lenguas y dando testimonios para que así no tuvieran el trabajo de traer a Jerusalén a los atormentados por espíritus inmundos para que los apóstoles los sanasen? (Hechos 5:12-16).
8. Lucas, el autor de Hechos, explica que Cristo habló específicamente con los apóstoles cuando declaró que recibirían "poder" o "la promesa del Padre". "Hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido" (Hechos 1:2). Aunque otros estuviesen presentes cuando Cristo ascendió, los ángeles también hablaron directamente con las "varones galileos", los apóstoles. Así es que la promesa de dar poderes sobrenaturales fue cumplida primero en los apóstoles, luego, años después, en otros miembros de la iglesia. Con todo, éstos no recibieron la misma medida del Espíritu que recibieron los apóstoles.
La verdad es que, al principio, solamente los apóstoles hablaron lenguas extrañas (otros idiomas que podían hablar mediante el poder sobrenatural del Espíritu) e hicieron milagros.
La verdad es que el "don del Espíritu Santo" prometido a todos los obedientes en Hechos 2:38, 39 no es una medida sobrenatural del Espíritu. Todos reciben el don del Espíritu, mas no todos reciben los "dones", o sea, los poderes sobrenaturales.
Los primeros casos de discípulos que recibieron poderes sobrenaturales son los de los siete escogidos para desempeñar el papel de diáconos en la iglesia en Jerusalén (Hechos 6:1-8). Estos recibieron sus dones mediante la imposición de las manos de los apóstoles.
Después, muchos otros recibieron dones. Toda la verdad fue revelada y confirmada a través de los dones (Juan 16:13; Hechos 2:1-11). Entonces, los dones, habiendo servido su propósito, cesaron. 1 Corintios 12-14; Efesios 4:7-13 y Judas 3.