Respuestas
Respuesta:
El 21 de enero de 1793, poco después de las diez de la mañana, la cuchilla de la guillotina segaba de cuajo la cabeza del que hasta entonces había sido el rey galo. Concluía así el largo vía crucis de Luis XVI, el último monarca absoluto de Francia, reconvertido por las formas revolucionarias en el “ciudadano Luis Capeto”. La muerte del Rey constituía, además, un punto de inflexión en el desarrollo de los acontecimientos revolucionarios. Su proceso y posterior ejecución habían sido objeto de debate entre los diputados girondinos, de tendencia moderada, y los más radicales jacobinos, acaudillados por el todopoderoso Maximilien Robespierre. A raíz de la discusión, ambas facciones habían ido extremando sus criterios hasta tomar posturas irreconciliables.
Explicación: