• Asignatura: Biología
  • Autor: nayyuli
  • hace 9 años

por favor ayudenme me podrian decir de que trata la historia del hombre que planto arboles y crecio la felicidad  k sea media cuartilla por favooor urgeee d ante mano gracias

Respuestas

Respuesta dada por: Anónimo
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No estaban cómodos en sus hogares porque el ambiente desértico, el viento que soplaba constantemente y la falta de trabajo, les ponía de mal humor. El bosque era quien les proporcionaba el trabajo y éste, había desaparecido, con lo que la forma de ganarse la vida también. Antes de ir a acostarse, Remigio sacó una bolsa de bellotas y las vació en la mesa. Con mucho cuidado separó las buenas de las malas. Eliminaba las que eran muy pequeñas y las que tenían grietas. Las que iba seleccionando las metió en un barreño con agua. Cuando consiguió 100 bellotas en buen estado, se fue a dormir. El hombre que plantó árboles y creció felicidad 3 Al día siguiente, por la mañana, llevó su rebaño a pastar. A Juan le produjo mucha curiosidad todo lo que hacía Remigio y decidió acompañarle. Remigio dejó al rebaño pastando en el valle y subió a lo alto de un monte. Allí clavó su bastón en el suelo y luego metió una bellota de las seleccionadas la noche anterior, en el hoyo. Luego tapó el agujero con tierra. Estaba plantando robles. Había estado plantando 100 árboles al día desde hacía tres años. ¡Ya había plantado100.000! Remigio estimaba que sólo unos 20.000 habrían brotado y que de éstos llegarían a adultos la mitad. El resto se los habrían comido distintos animales, o habrían muerto por exceso de frío o de calor. El pastor le contó a Juan que tenía pensado seguir plantando a diario el resto de su vida, y planeaba seguir con hayas y abedules en los valles. Remigio pensaba que la tierra estaba empobrecida por la ausencia de árboles y se había propuesto cambiar esta situación. Ésta iba a ser su misión en la vida. El hombre que plantó árboles y creció felicidad 4 A la mañana siguiente, Remigio y Juan se separaron. El hombre que plantó árboles y creció felicidad 5 Un año después, comenzó la Guerra Mundial. Juan se vio obligado a participar en ella. Tras la lucha y destrucción que ocasionó la guerra, Juan tenía un gran deseo. Quería volver a la tierra donde había estado en su viaje, de la que recordaba su paz y su tranquilidad. Afortunadamente, la guerra no afectó a esta comarca. El hombre que plantó árboles y creció felicidad 6 Acabada la contienda, Juan volvió de nuevo a las montañas y, con gran alegría, se encontró con Remigio. Apenas había envejecido. Ahora solamente tenía cuatro ovejas, ya que el rebaño perjudicaba el crecimiento de los árboles jóvenes porque se los comía. Ahora se dedicaba a la apicultura y ya tenía cien colmenas. Los robles que plantó al principio tenían ya 10 años y eran más altos que Juan y Remigio. Mientras paseaban por el bosque, Juan, con gran asombro, le daba vueltas a al idea de que los hombres no solo eran capaces de destruir, como en la guerra, sino que también eran capaces de crear. Admiraba a Remigio por la labor que había hecho solo con sus propias manos. Remigio le mostró las hayas y abedules que había plantado en los valles en los que él pensaba que había humedad. No sólo habían crecido árboles, sino que la naturaleza del lugar se había transformado: el agua corría por los riachuelos que antes estaban secos, el viento había esparcido las semillas y habían brotado sauces, prados, juncos, jardines, flores,… La transformación fue tan lenta que a nadie se le ocurrió que se debiera al trabajo del pastor. El hombre que plantó árboles y creció felicidad 7 Años después, unas personas encargadas de la conservación de la naturaleza fueron a ver este bosque, que otros pensaban que había aparecido espontáneamente. El bosque había seguido creciendo. A los árboles se les sumaron muchos arbustos y plantas de todo tipo. Los animales encontraron cobijo en toda esta vegetación y se quedaron allí a vivir. Debido a su belleza y valor, decidieron proteger el bosque, prohibiendo, entre otras cosas, la obtención de carbón a partir de los árboles, la caza y hacer fuego. El hombre que plantó árboles y creció felicidad 8 Comenzó entonces la II Guerra Mundial. El bosque pudo haber estado en peligro si hubiera estado mejor comunicado con las grandes ciudades. Muchos otros bosques fueron talados para usar la madera como combustible en el transporte utilizado en la guerra. Pero no fue el caso del bosque de Remigio. Él vivió en su cabaña sin enterarse de la guerra y, mientras, siguió plantando a diario tranquilamente. El hombre que plantó árboles y creció felicidad 9 Años después, Juan regresó a aquellas tierras a ver a su amigo Remigio. Se sorprendió por los nuevos cambios. En primer lugar, la manera de llegar al pueblo donde llegó en su primer viaje: un autobús unía ahora el valle con la montaña. El agua corría por los riachuelos y los arroyos y se había construido una fuente de la que manaba agua, en donde hace años se encontraba la fuente seca. Las casas se restauraron, estaban rodeadas de jardines y flores. Se cultivaban cereales en los campos y el color verde de los prados brillaba en el fondo del valle. 
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