Respuestas
Furia con el establishment
La debacle financiera de 2008 erosionó la confianza de la gente en los funcionarios e instituciones que los gobernaban, sobre todo en Estados Unidos y Europa.
Polarización y populismo
El desencanto popular que dejó la crisis fue caldo de cultivo para populistas y extremistas, sobre todo de derecha, que polarizan sociedades y ganan espacios de poder, señalan los expertos.
El ejemplo más reciente fueron las elecciones del domingo en Suecia, donde un partido de extrema derecha prácticamente igualó los votos de la coalición de centro-izquierda gobernante.
Un nuevo escenario internacional
Si bien la comunidad internacional reaccionó con cierta unidad ante la crisis de 2008, con el tiempo afloraron diferencias entre los países que los especialistas también vinculan con el colapso de hace una década.
Un ejemplo de ello es la Eurozona, primero con tensiones entre países deudores y acreedores, y luego con las fisuras que produjo el crecimiento de partidos nacionalistas.