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Explicación:
El profesor José Francisco Bravo Moreno enviaba desde México el artículo:
Inheritance of Acquired Characteristics, de Otto E. Landman, publicado en el número de Marzo de 1993 de la revista SCIENTIFIC AMERICAN que voy a traducir a continuación. Existe un artículo más largo del mismo autor sobre el tema publicado en Annual Review of Genetics 25 (1991): 1-20 que está disponible aquí.
Herencia de Caracteres adquiridos
Por Otto Landman
¿Se transmiten a las generaciones posteriores aquellos cambios en los organismos adquiridos o inducidas en respuesta al medio ambiente? ¿La herencia de caracteres adquiridos, si es que ocurre, juega un papel importante en la evolución? Estas cuestiones han sido objeto de polémica científica y política hasta fechas tan recientes como la década de 1960, cuando los éxitos decisivos de la genética clásica sumergieron este debate. Si se les pregunta, la mayoría de los biólogos de hoy dirían que la herencia de los caracteres adquiridos no se produce nunca. Sin embargo, en realidad hay numerosos ejemplos bien documentados de este fenómeno, y creo que ha jugado un papel importante en la aceleración de la evolución.
Jean Baptiste de Lamarck, el evolucionista francés del siglo XVIII cuyo nombre se relaciona a menudo con la herencia de los caracteres adquiridos, creyó que el uso o el desuso de un órgano influenciaba en su desarrollo en la descendencia de los animales. Lamarck explicó por ejemplo, que el cuello largo es, en las jirafas, el resultado de que sus antepasados lo estiraban para para alcanzar las hojas distantes. La genética y la biología molecular desde entonces han demostrado de manera convincente que las adaptaciones de una parte del cuerpo no pueden provocar cambios en las células del esperma y el óvulo que transmiten los rasgos (?).
Y, sin embargo, algunos de los cambios inducidos por el medio son hereditarios. En bacterias en crecimiento, por ejemplo, las paredes celulares rígidas se sintetizan y simultáneamente se cortan con enzimas. Si un experimentador elimina por completo la pared celular de una bacteria, el equilibrio entre la síntesis de la pared y la destrucción se desplaza, y la bacteria continúa creciendo y multiplicándose indefinidamente sin paredes. La desnudez bacteriana es claramente una característica adquirida que se hereda.
Por accidente, el protozoario Oxytricha a veces produce “monstruos dobles” que constan de dos individuos fusionados como gemelos siameses. Cuando un monstruo doble se corta por la mitad a lo largo, el resultado es dos células sencillas que se reproducen normalmente. Sin embargo, si un monstruo doble se corta en dos transversalmente, cada mitad da lugar a un monstruo doble, que da lugar a más y así sucesivamente, todos dobles. Una característica heredable puede así adquirirse a través de un solo corte.
La ausencia heredada de las paredes celulares bacterias y la condición de monstruo adquirida accidentalmente en Oxytricha resultan de cambios en la expresión génica estabilizados sin operación alguna en los genes mismos.
Una especie fundamentalmente diferente de cambio heredable inducido por el medio ambiente se produce cuando ciertos conjuntos de genes son específicamente eliminados o añadidos a un organismo. Por ejemplo, el virus sigma sensibiliza a la mosca de la fruta al dióxido de carbono. Las moscas infectadas transmiten el virus a su descendencia, pero si se mantienen calientes mientras se están produciendo los huevos, el virus se elimina, y las moscas son resistentes al dióxido de carbono.