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El pasado miércoles 24 de enero el proyecto sobre la incorporación del Estado de la República Islámica de Irán a la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional fue aprobabo por la mayoría de los diputados del Majlis.
El 15 de noviembre de 2000 la convención fue firmada por parte de la República Islámica de Irán, y durante los últimos 17 años destacados expertos de las instituciones competentes de los tres pilares del país han estado verificando y estudiando el documento jurídico internacional respecto a su aplicación por parte de los países, así como su contexto en relación a las reglas y el proceso jurídico nacional.
El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní enumeró en una declaración los intereses del país tras su incorporación a la convención:
La Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional, a la que pertenecen 189 de los 193 países miembros de la ONU, es el documento internacional más importante dirigido a afrontar los delitos organizados transnacionales, y una herramienta que puede facilitar la coordinación entre los estados con el fin de hacer frente eficazmente a diversos crímenes.
El objeto y el alcance de la presente Convención se limitan a los delitos financieros e incluyen el tema técnico en el ámbito del tráfico de drogas, la trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes y el tráfico de objetos históricos y culturales. así como otros intereses derivados de los mismos, por lo que Irán podrá aprovechar la convección para promover sus medidas legales en la escena internacional. No obstante, la convención no incluye los crímenes terroristas, la financiación del terrorismo u otros crímenes de naturaleza política.
Según la convención, el documento no tiene nada que ver con los grupos de resistencia y liberación.
Irán asegura que la aplicación de la Convención no afectará en absoluto al derecho legítimo y aceptado de las naciones oprimidas y ocupadas de luchar contra la agresión y la ocupación, o de lograr el derecho de autodeterminación.
La adhesión de Irán a la Convención de Palermo allana el terreno para la cooperación bilateral, multilateral, regional e internacional con otros países miembros con el objetivo de hacer frente a las amenazas provenientes del crimen organizado, incluida la cooperación jurídica y la extradición de delincuentes.
La Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, conocida como la Convención de Palermo, es el principal instrumento de derecho penal destinado a combatir el crimen organizado transnacional.
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