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Respuesta:El escritor uruguayo Mario Benedetti (1920) dijo ayer que, por más que la industria editorial considere la poesía como "la gran Cenicienta" de la literatura, para él es "la verdadera alma del mundo". Benedetti, cuya novela más famosa, La tregua (1961), lleva ya 145 ediciones en múltiples idiomas, publicará el próximo mes en España su último libro de cuentos, Buzón de tiempo (Alfaguara), del que leyó fragmentos en el curso Las fronteras del escritor: el regreso de los galeones, organizado por la Universidad Complutense en El Escorial.
Benedetti hizo honor a su fama de no tener pelos en la lengua. Habló de poesía y también de memoria personal y política. "No tenemos derecho a olvidar ni lo bueno ni lo malo. No en vano un libro de poemas mío se titula El olvido está lleno de memoria, dijo. "Ahora que tanto se homenajea a Borges, yo tengo que decir que, por más que le valore literariamente, no puedo olvidar una parte de su vida que no me gusta absolutamente nada, y fue el apoyo que dio a dictaduras como la de Videla o la de Pinochet. Como escritor, el Borges que prefiero es el poeta, porque en sus versos Borges aparece más indefenso, más humano".Reconoció que su próximo libro de poemas es "raro, extraño, no se parece a nada mío", pero no quiso hablar de esa obra, sino centrarse en Buzón de tiempo. "Son 25 cuentos, y la mitad de ellos utilizan la forma epistolar. Me dicen que es un libro pesimista, pero yo sigo pensando que lo que soy es un optimista bien informado. En Buzón de tiempo hay muchos desenlaces fatales, pero sucede que muchos cuentos no acaban bien: si no, miremos Yugoslavia".
Discípulos e imitadores
Como poeta, se reconoció "de la familia de César Vallejo. La diferencia entre Vallejo y Neruda es que Vallejo consiguió discípulos, y Neruda, como era un escritor tan invasor, tuvo imitadores. Me interesa lo que vino después de ellos en la poesía latinoamericana, ese aspecto conversacional que en España es palpable en autores como Ángel González, José Hierro o Luis García Montero".El tirón de lo conversacional explica, para Benedetti, el creciente eco de la poesía entre los jóvenes, especialmente en Latinoamérica. "Los jóvenes están volviendo a la poesía y a la canción que dice cosas, que no sólo repite un estribillo machacón".
Benedetti es consciente de ir contra corriente: "Mucho se habla de globalización, pero lo preocupante es la globalización de la hipocresía y de la frivolidad, y ahí no puede ignorarse el papel de los medios de comunicación".
Aunque, como ciudadano, se reconoce involucrado en una realidad que trasciende las fronteras, Benedetti reflexionó ayer sobre el carácter uruguayo de su obra literaria. "No es ya que sea uruguayo, es que soy montevideano", dijo este escritor, nacido en Paso de los Toros, en Tacuarembó, y alumno del Colegio Alemán de Montevideo, ciudad a la que llegó a los cuatro años y que jamás, por encima de exilios, le ha abandonado. "Incluso precisaré más: escribo siempre sobre montevideanos de clase media".
* Este artículo apareció en la edición impresa del 0027, 27 de agosto de 1999
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