Respuestas
Respuesta:
era un niño que quiera viajar al espacio y al final lo logro con un compañero que es un zorro feliz y si no no me importa
Explicación:
ojala te ayude
:
Explicación:El último capítulo del Principito tal vez te parezca triste, pero en realidad no lo es. La despedida del Principito es un final que apuesta por la vida más allá de la materia, y el recuerdo y la esencia que siempre queda. Al igual que ocurre con nuestra infancia, que siempre está con nosotros para traernos recuerdos que nos ayudan a volver a sentir como entonces.
El relato de la despedida del Principito
Último capítulo del Principito y explicación
Al fin encontré la forma de arreglar la avioneta. Pero a pesar del entusiasmo, sentí un hondo pesar. Escuché la voz del Principito a lo lejos. Parecía estar hablando con alguien:
– Sí, es el momento, pero no el lugar. ¿No te acuerdas? ¡No es exactamente aquí!- decía.
Al principio no vi nada. El Principito estaba subido a lo alto de un muro.
– ¿Tienes buen veneno? ¿Estás segura de que no me harás sufrir?- dijo entonces.
Y en ese momento la vi: una de esas serpientes amarillas y escurridizas, tan letales que son capaces de matar a una persona en solo diez segundos.
– Vete- le dijo elPrincipito a la serpiente, que estaba pálido- Necesito bajar.
Asustado, fui a buscar la pistola, pero al regresar, la serpiente ya se había escondido entre las piedras. Tomé al Principito en brazos para ayudarlo a bajar. Le solté un poco la bufanda dorada y sentí el débil latir de su corazón.
-¿Ahora hablas con serpientes?- le pregunté.
Pero el Principito solo dijo:
– Me alegro de que hayas arreglado la avioneta y puedas irte de aquí.
– ¿Cómo lo sabes?-pregunté extrañado.
– Yo también vuelvo a mi casa. Pero está más lejos, y es más difícil…
Sus palabras me sonaron tristes, melancólicas. Le abracé y sentí algo extraño, como si a pesar de mis brazos elPrincipito se escurriera entre ellos sin que pudiera hacer nada.
Esperé a que el Principito entrara en calor.
– Has pasado miedo- le dije.
– Más miedo pasaré esta noche…- respondió él.
Sentí un miedo atroz. No podía imaginar que no podría volver a escuchar su risa.
– Principito, quiero oírte reír otra vez…
– Esta noche hará justo un año de mi llegada aquí, y mi estrella estará en el mismo lugar…
– Dime que esto de la serpiente es un mal sueño- le dije entonces.
Pero él respondió:
– Lo importante no se ve.
– Sí, es cierto…
– Y si amas a una flor que está en una estrella, al mirar las estrellas pensarás que tu flor está en cualquiera de ellas. Y amarás todas las estrellas… Mi estrella está allá arriba. Es muy pequeña, no sabría decirte dónde está. Pero cuando mires al cielo, al ver las estrellas… todas te harán este regalo.
Y entonces, el Principito rió, y su risa llenó mi corazón de calor.
– Este es mi regalo…
– ¿Qué quieres decir?
– Para los que viajan, las estrellas son guías. Para otros, solo son luces. Para los sabios, son problemas. Y para la gente de negocios, números. Pero para ti, las estrellas reirán. Porque cuando las mires, buscarás mi estrella y ella te reirá, y todas las estrellas serán mi estrella.
Y el Principito volvió a reír.
– Y te traerá un buen recuerdo… siempre serás mi amigo, así que de vez en cuando abrirás la ventana y reirás al ver las estrellas. Los demás pensarán que estás loco… Y tú les responderás ‘¿no escucháis la risa, como unos cascabeles?’. Pero quiero decirte también algo más… Esta noche me iré. No quiero que lo veas. Parecerá que sufro, pero en realidad no lo haré. Tengo que dejar aquí el cuerpo. Es demasiado pesado. No podría llegar a mi estrella con él…
Entonces dio un paso más y solo vi un relámpago amarillo en su tobillo. El Principito cayó sobre la arena sin hacer ruido. Y quedó inmóvil.
– Debo ir solo. Lo digo por la serpiente… podría morderte… aunque dicen que el veneno solo hace efecto la primera mordedura…
Esa misma noche, el Principito se fue. Cuando logré alcanzarlo, me tomó de la mano y dijo: