• Asignatura: Historia
  • Autor: gomezbernardo200
  • hace 4 años

la medida del abandono del campo a la guerra y él leva ​


gomezbernardo200: que madres quieres
gomezbernardo200: no e sierto
gomezbernardo200: te la creiste
javihermoso24: xd
javihermoso24: jajajaja

Respuestas

Respuesta dada por: raissarvg21
12

Respuesta:

Será debido a la educación recibida, lastrada por las penurias de la posguerra, que la visión de toneladas de naranjas o de brócolis arrojados a la cuneta o pudriéndose en los campos –porque no trae cuenta venderlos ni recogerlos– produce una desazón muy íntima, de algo obsceno que quiebra el orden natural de las cosas. Imágenes como esa vienen repitiéndose desde hace un mes, desde que agricultores y ganaderos, de Asturias al sur, se han puesto en pie de guerra, con manifestaciones, tractoradas y cortes de carreteras, por la sencilla razón de que vivir del campo resulta hoy una agonía. "Els nostres fills han de marxar de la terra", se lamentaba el otro día por la radio un payés de la fruta dulce en Lleida.

Mientras escribo me doy cuenta de que llegaré al final del artículo sin haber arrojado una pizca de luz sobre un asunto complejísimo, cuyo meollo radica en los precios en origen. Por ejemplo, un productor de melocotones, ciruelas y nectarinas se quejaba estos días en la prensa de que a él le cuesta 35 céntimos producir un kilo, cuando este año se lo están pagando a 15; o sea, un negocio peor que el de Roberto con las cabras. Los campesinos se quejan de que los costes de producción no están reflejados en el precio final, aun cuando estos se han disparado: la semilla, el abono, el gasoil, la maquinaria, los fitosanitarios contra las plagas. Solo faltaba, agregan, la subida del salario mínimo, sobre todo en los cultivos más dependientes de la mano de obra, como el olivar. El problema no es nuevo; llevan al menos 25 años aireando sus legítimas reivindicaciones sin que ningún Gobierno les haya hecho demasiado caso.

Feroz competencia

En el extremo de la cadena alimentaria, los consumidores acabamos pagando a veces hasta ocho veces más de lo que perciben ellos, los primeros en mover la rueda. Qué sinsentido. En pleno cambio de los modelos de producción, grandes empresas controlan la distribución en una feroz competencia entre ellas para obtener precios reducidos de los proveedores agrarios que, a su vez, en las explotaciones pequeñas y medianas, están mal organizados. Aun cuando el ministro de Agricultura, Luis Planas, se ha reunido con los representantes de Lidl, Carrefour y Mercadona, líderes de la distribución, no parece que haya salido de ahí gran cosa salvo un decreto parche que palía la tensión sobre la cadena alimentaria, con medidas que prohíben prácticas abusivas como la "venta a pérdidas"; es decir, ofrecer productos básicos a precios reventados o gratis para que actúen como gancho comercial de otros artículos (por dos cajas de detergente se lleva usted una botella de aceite de virgen extra).

Explicación:

espero que te alla servido de ayuda :D


CarlosEduardoInfante: una cosa que tiene que ver las naranjas arrojadas
CarlosEduardoInfante: xD
gomezbernardo200: la verdad no se
gomezbernardo200: pero ya ise mi tarea
luciacuatianquiz17: xD osea we
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