Respuestas
Los bárbaros lograron penetrar lentamente entre los siglos I y IV y establecerse en el interior, hasta que, finalmente, empujados por otros pueblos, lo hicieron en forma violenta. Entre los germanos las aficiones guerreras se muestran en grado sumo, a la vez que el trabajo se considera como menos digno.
Explicación:
Durante la decadencia del Imperio romano, fueron muchos los pueblos bárbaros que, aprovechando las disidencias internas, se aproximaron a sus fronteras y se establecieron en ellas, presionando en forma permanente para entrar. Los bárbaros lograron penetrar lentamente entre los siglos I y IV y establecerse en el interior, hasta que, finalmente, empujados por otros pueblos, lo hicieron en forma violenta.
Entre los germanos las aficiones guerreras se muestran en grado sumo, a la vez que el trabajo se considera como menos digno. Había hombres privilegiados, nobles y plebeyos, existiendo también la esclavitud. La patria potestad tenía un concepto bastante análogoal de los romanos. Aunque lo general se practicaba la monogamia, la poligamia aparece admitida entre los nobles.
Los "bárbaros" en el Imperio romano
Entre los pueblos germanos invasores encontramos a los godos, divididos en visigodos en Occidente y los ostrogodos en Oriente. Los francos, los suevos, los burgundios, los anglos, los sajones y los jutos, los vándalos, los frisones, los alanos (iranios) y los alamanes constituían el resto de los pueblos.
Los vándalos arrasaron las Galias, pasaron por Hispania, se dirigieron al norte de África, conquistaron Cartago, y desde su puerto se dedicaron a la piratería, asolando el Mediterráneo.
Los ostrogodos detentaron el poder, con la asunción de Teodorico el Grande, que mató a Odoacro. Los visigodos debieron retirarse de Italia, dirigiéndose al oeste, a la Galia, estableciendo su gobierno en el sur de la región y en casi toda Hispania.
Los suevos se establecieron en la Gallaecia, fundando uno de los primeros reinos de Europa.
Los francos se ubicaron en el norte de las Galias, adoptando la fe católica tradicional, convirtiéndose en los defensores del catolicismo.
Los sajones, aliados con los anglos y los jutos, se instalaron en Britania, con costumbres muy diferentes a las romanas.
Salvo casos aislados, la mayoría eran respetuosos de la cultura romana y fusionaron las costumbres romanas con las propias. La aristocracia germana comenzó a utilizar como su idioma el latín, que luego —modificado— dio lugar a las lenguas romances.