Respuestas
La energía que emana del Sol y es recibida en nuestro planeta desde sus orígenes, comenzó a emplearse desde hace millones de años como fuente de vida en la tierra.
Los primeros organismos vivos crearon mecanismos para aprovechar la energía solar con el fin de desarrollar sus funciones metabólicas básicas. Poco a poco las células fueron especializándose y aparecieron los organismos que aprovechan la energía que otros transforman directamente de la radiación solar. Existe una clasificación que distingue a los organismos que son capaces por sí mismos de captar la energía solar (fotoautótrofos), de los que no tienen dicha capacidad (heterótrofos). Existen también algunas células que tienen la capacidad de comportarse como fotoautótrofas o heterótrofas, dependiendo de las condiciones ambientales en las que se encuentren.
Los organismos fotoautótrofos, también conocidos como fotosintéticos, a su vez, se pueden clasificar en tres tipos:
las cianobacterias, organismos unicelulares primitivos
las algas, unicelulares (microalgas) o pluricelulares (macroalgas)
las plantas.
La clorofila es un pigmento de color verde que está contenido en las plantas.
La clorofila es un pigmento de color verde que está contenido en las plantas.
Todos estos organismos tienen en común la presencia de pigmentos coloridos capaces de capturar la radiación solar y transformarla en energía química. Los pigmentos más comunes y conocidos son las clorofilas verdes (principalmente la clorofila a y la clorofila b), aunque también existen otros como los carotenos (de tonos amarillos a rojizos) y las ficobilinas (de tonos azulados a rojizos).
[blockquote author=”” pull=”pullright”]Las moléculas de estos pigmentos, al recibir un estímulo de radiación luminosa, son capaces de cambiar su estructura, misma que sirve como reservorio instantáneo de energía.[/blockquote]
Las moléculas