Respuestas
Respuesta:
ay un vínculo obvio entre los cambios tecnológicos y los cambios sociales, pero no se trata
sólo de un vínculo unidireccional que determine el cambio social desde el cambio
tecnológico (este es el sentido habitual en el que se cita el vínculo) sino bidireccional, y mi
interés en el vínculo no es sólo el relativo a los cambios sociales que son propiciados por los
cambios tecnológicos, sino también, y a la inversa, mi interés va hacia los cambios sociales
que propician cambios tecnológicos. O dicho sin que parezca un trabalenguas: es prioritario
el cambio social en todos estos procesos, y de ese cambio social se deriva la demanda
tecnológica que hace posible la innovación. A su vez, efectivamente, las innovaciones
generan cambios sociales.
Si insisto en esto es porque se ha deformado el proceso al subrayar una de sus fases,
olvidando la otra, y esto ha generado y genera problemas en la intervención
socio−económica derivadas de la mala inserción del proceso de cambio tecnológico en el
proceso de cambio social. Así es posible ver, y no sólo en los países subdesarrollados, cómo
se acumulan en los sótanos de empresas públicas y privadas, hospitales y otros centros
diversos, sofisticados aparatos que nadie sabe manejar, o cómo las tecnologías importadas
para la agricultura y la industria en los países pobres son desechadas, tras un fuerte gasto,
para ser sustituidas, más racionalmente, por tecnologías antiguas más adecuadas a la
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Explicación:
ay un vínculo obvio entre los cambios tecnológicos y los cambios sociales, pero no se trata
sólo de un vínculo unidireccional que determine el cambio social desde el cambio
tecnológico (este es el sentido habitual en el que se cita el vínculo) sino bidireccional, y mi
interés en el vínculo no es sólo el relativo a los cambios sociales que son propiciados por los
cambios tecnológicos, sino también, y a la inversa, mi interés va hacia los cambios sociales
que propician cambios tecnológicos. O dicho sin que parezca un trabalenguas: es prioritario
el cambio social en todos estos procesos, y de ese cambio social se deriva la demanda
tecnológica que hace posible la innovación. A su vez, efectivamente, las innovaciones
generan cambios sociales.
Si insisto en esto es porque se ha deformado el proceso al subrayar una de sus fases,
olvidando la otra, y esto ha generado y genera problemas en la intervención
socio−económica derivadas de la mala inserción del proceso de cambio tecnológico en el
proceso de cambio social. Así es posible ver, y no sólo en los países subdesarrollados, cómo
se acumulan en los sótanos de empresas públicas y privadas, hospitales y otros centros
diversos, sofisticados aparatos que nadie sabe manejar, o cómo las tecnologías importadas
para la agricultura y la industria en los países pobres son desechadas, tras un fuerte gasto,
para ser sustituidas, más racionalmente, por tecnologías antiguas más adecuadas a la
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