Respuestas
Respuesta:
Dar ejemplo. ...
Educarle en la cultura del esfuerzo. ...
No darle todo hecho. ...
No ceder ante sus rabietas. ...
Marcarle objetivos. ...
Convertir la frustración en aprendizaje. ...
Enseñarle a ser perseverante.
. Cambia tu actitud hacia la no consecución de tus metas
¿Cómo mejorar la baja tolerancia a la frustración? La gran mayoría de las veces, las cosas no son tan catastróficas como podemos pensar. Y somos bastante capaces de lidiar con lo que se nos pone en el camino. Además podemos aprender de las frustraciones, nos enseñan que eso que hemos hecho no funciona. Busca otras estrategias, otros caminos.
Cambia tu actitud hacia la frustración
La frustración es una emoción normal, que nos indica que no vamos por donde nos gustaría. La frustración es incómoda, pero es tolerable.
Identifica tus creencias irracionales
Las creencias irracionales son pensamientos que aparecen sin que nosotros queramos, que nos hacen sentir mal, tristes y enfadados. Además, no tienen base racional. Como hemos dicho, estas creencias irracionales suelen encontrarse en la base de la intolerancia a la frustración.
Practica la frustración
Las personas con intolerancia a la frustración suelen evitar las situaciones en las que creen que van a frustrarse. Cuanto más se evitan las situaciones que teme, más nos cuesta luego enfrentarnos a ellas, además de que le damos más importancia de la que tienen.
Toma medidas
Una vez que hemos identificado aquellas cosas que suelen frustrarnos, el siguiente paso es tomar medidas para adaptar esas situaciones y que nos resulten menos frustrantes en la medida de lo posible.
El retroceso no es fracaso
Hay veces, en las que en el camino para llegar a nuestro objetivo, se producen retrocesos, recaídas. Las personas con intolerancia a la frustración creen que en un proceso todo tiene que salir bien y cada vez mejor. Por ello es importante que se den cuenta de que esto forma parte de un proceso normal. La vida se compone de altibajos. Los momentos bajos nos hacen apreciar mejor los momentos de éxito y felicidad. Pero, en absoluto, un momento de retroceso significa que hayas fracasado.
Diferencia los deseos de las necesidades
Todos tenemos preferencias y deseos. Nos gustaría que todos nos trataran como queremos, que las cosas salgan de una determinada manera. Pero no dejan de ser deseos. No son necesidades primarias. Las necesidades son algo sin lo que no podemos vivir, como alimentos, sueño, relaciones sociales…
Analiza la situación
Muchas veces nos frustramos porque no sabemos cómo ha podido salir mal o no sabemos qué hacer.