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¿Cómo hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías?
Gracias a las nuevas tecnologías se pueden facilitar decenas de tareas.
Estudiantes y profesionales deben ponerse límites para lograr un uso responsable de estos medios.
Enseñar sobre los peligros que esconde la tecnología puede ser un buen primer paso para lograr un uso más adecuado.
Estamos en plena era de la tecnología, donde los dispositivos digitales dominan todo terreno y dictan cómo deben hacerse las cosas. Estos permiten cada vez más posibilidades, desde manejar un automóvil sin necesidad de contar con un conductor hasta comunicarse con una persona en otro extremo del mundo.
La fórmula de la época actual es sencilla: se crea un nuevo dispositivo o funcionalidad, se difunde y se adopta automáticamente, en muchos casos sin siquiera reflexionar acerca de su necesidad o la forma más adecuada de emplearlo. Este sistema puede traer algunos problemas.
¿Cómo usamos la tecnología? ¿Cómo es posible hacer un uso más consciente de los nuevos medios tecnológicos?
Enseñar sobre los posibles riesgos que entrañan determinadas tecnologías puede ser el primer paso para fomentar que padres, alumnos y profesionales de todas las áreas se cuestionen un poco más sobre la forma en que emplean la tecnología y el impacto que esta tiene en su vida cotidiana. Sin embargo, no es el único método disponible.
¿Cómo usar las tecnologías de forma responsable? Te damos algunos consejos:
1) Colocar límites
Dedicar un tiempo del día a usar las nuevas tecnologías puede ser productivo, pues estas nos permiten mantenernos informados y conocer nuevas realidades. Pero dejar que ocupen nuestra atención todo el día es un grave error.
Lo más recomendable es ponerse límites y establecer reglas básicas para desintoxicarse un poco de la tecnología: no usar el teléfono antes de dormir, o durante los almuerzos y períodos de estudio o trabajo, etc.
2) Conocer lo que se utiliza
Muchas veces utilizamos aplicaciones y redes sociales sin leer atentamente lo que aceptamos. De este modo, damos permiso a las compañías para que realicen acciones de las que no siempre tenemos conciencia.
Lo mejor siempre será leer cada apartado de términos y condiciones antes de aceptar el uso de un dispositivo.
3) Cuestionarse sobre privacidad
¿Qué tanto querés exponer con las nuevas tecnologías? Las redes sociales son el ejemplo más claro, pero no el único a la hora de pensar en los datos que compartimos mediante estas tecnologías.
Esta información no solo puede ser empleada para cometer delitos si cae en manos de gente inapropiada, sino que en cierto modo es una forma de limitar nuestra privacidad. Por lo tanto, es importante preguntarse qué tanto se desea compartir y hacer un análisis de los beneficios y las consecuencias que se puede tener por compartir esta información.
4) Desconfiar
Las nuevas tecnologías implican nuevas oportunidades, tanto para personas con buenas intenciones como para criminales que busquen nuevas formas de cometer delitos. Con esto en mente, lo recomendable siempre es desconfiar y parar un segundo a pensar antes de lanzarse a usar determinadas tecnologías.