Respuestas
Respuesta:
hey que pasa chavales, todo bien todo correcto y yo que me alegro
Explicación:
tumulto. El miedo a tener que desaparecer del mundo había hecho perder la cabeza a los hombres grises.
Había otra cosa que les deparaba más dificultades cuanto más se acercaban al centro de la ciudad. En algunos puntos de la gran ciudad, la gente estaba tan apretada, que los hombres grises apenas podían pasar entre las personas inmóviles como árboles en el bosque. A Momo, que era pequeña y delgada, le resultaba mucho más fácil. Pero incluso una pluma que flotaba en el aire estaba tan inmóvil que los hombres casi se hundían la cabeza cuando, sin querer, topaban con ella.
Era un largo camino, Y Momo no tenía ni idea de cuánto quedaba por recorrer. Preocupada, miró su flor horaria. Pero ésta sólo acababa de abrirse del todo. Todavía no había motivo de preocupación.
Entonces ocurrió algo que hizo que Momo olvidase de inmediato todo lo demás: en una calle lateral vio a Beppo Barrendero.
—¡Beppo! —gritó, fuera de sí de alegría, y corrió hacia él—. ¡Beppo, te he buscado por todas partes! ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¡Beppo, Beppo, querido!
Quiso saltarle al cuello, pero salió rechazada como si fuera de hierro. Momo se hizo bastante daño y se le llenaron los ojos de lágrimas. Se quedó sollozando ante él y le miró.
Su cuerpo pequeño parecía más encorvado que antes. Su cara bondadosa estaba delgada y hundida y muy pálida. Alrededor de la barbilla le había crecido una barba blanca, porque ya no tenía tiempo de afeitarse. Entre las manos sostenía una vieja escoba, gastada ya de tanto barrer. Así estaba, inmóvil como todo lo demás, y miraba, a través de sus viejas gafas, la porquería de la calle.
Ahora, por fin, le había encontrado Momo,