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Humedal de agua dulce de Ensenada, desprotegido
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La Lagunita de El Ciprés, último humedal de agua dulce en la zona urbana de Ensenada, Baja California, es refugio de numerosas aves migratorias y localesFoto Édgar Lima / La Jornada Baja California
Lorena Lamas
La Jornada Baja California
Periódico La Jornada
Martes 3 de febrero de 2015, p. 26
Ensenada, BC.
La Lagunita de El Ciprés es el último humedal de agua dulce que queda en la zona urbana de Ensenada, y la iniciativa para que se le declare área natural protegida no ha prosperado.
El cuerpo de agua está en las inmediaciones de fraccionamiento Punta Banda del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y la playa El Ciprés, en el sur de la ciudad, a 30 metros de donde se construye una planta desaladora de agua de mar.
Por años, organizaciones no gubernamentales han entregado documentos a la Secretaría de Protección al Ambiente (SPA) de Baja California para que publique un decreto que declare área protegida La Lagunita. El 25 de febrero de 2014 el diputado federal Ricardo Medina Fierro, de la comisión especial para el desarrollo sustentable, demandó agilizar los trámites.
El humedal es lugar de descanso y anidación de muchas aves migratorias y residentes. En las márgenes se observan tules característicos del área, que evitan la desecación y proveen hábitat a la fauna, detalla el documento del legislador.
El área de inundación máxima en La Lagunita es de aproximadamente 257 mil metros cuadrados, y está separada del mar por una barrera natural. Algunas especies representativas de la región son el gavilán de Cooper, el gorrión sabanero, la gaviota ploma y el rascón picudo.
Como el terreno es propiedad privada, se han presentado proyectos de desarrollo ecoturístico, pero ninguno ha conseguido autorización para cambiar el uso de suelo.
La iniciativa formal para la protección del área natural protegida La Lagunita se presentó por primera ocasión en 1985, cuando se esbozó un anteproyecto para crear el bosque de la ciudad en esa área, pero la propuesta no fue apoyada por las autoridades.
Los gobiernos estatales y municipales consecuentes insistieron y en 2013 se informó en el Periódico Oficial de Baja California que el asunto era de competencia estatal.
México ha perdido 64% de estos ecosistemas desde 1900
Información de la SPA refiere que en Baja California han sido reconocidos por la Convención de Humedales el estero de Punta Banda, la bahía de San Quintín, el corredor costero La Asamblea-San Francisquito, la laguna Hanson, los humedales del delta del río Colorado y sus remanentes, y a lo largo de la costa noroeste de la entidad, Cantamar, La Misión, La Salina, Arroyo San Miguel, La Lagunita, Santo Tomás y Arroyo el Rosario.
Mientras, el suplente de la gerencia estatal de la Comisión Nacional Forestal en Nayarit, Martín Delgado Arana, recordó ayer, Día Mundial de los Humedales, que estas áreas son “grandes reservas del agua dulce; depuran y recargan nuestros acuíferos, proporcionan pescado y cultivos que alimentan a miles de millones de personas; funcionan como un escudo natural que protege las costas; actúan como esponja natural contra inundaciones y sequías, además de que contribuyen a protegernos ante el cambio climático.
Lamentablemente no son conocidos por gran cantidad de personas. A menudo los humedales son considerados terrenos baldíos, por lo que 64 por ciento de ellos ha desaparecido desde 1900 debido a obras inadecuadas, agregó.
Indicó que este ecosistema es abundante en México, que posee 770 mil 57 hectáreas de humedales en 17 estados. Las entidades de mayor riqueza de humedales y manglares son Quintana Roo, Yucatán, Nayarit y Sinaloa.