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Respuesta:
Siempre fui la típica chica tímida del salón, esa que participaba bastante en la escuela pero que no se llevaba tan bien con sus compañeros, aquella chica de cabellera castaño claro con ojos verdes y una enorme sonrisa que lograba engañar a todos. La verdad nunca me he considerado una persona sobresaliente, pero mis maestros me han hecho sentir siempre que valgo mucho, y creo que eso me ha hecho superar con mayor facilidad muchos recuerdos de burlas, desprecios y otras cosas que preferiría no mencionar. Trato siempre de que el resto se sienta bien, me esfuerzo por caerle bien al resto, pero no siempre me funciona; la verdad un cambio de colegio era más difícil de lo que recordaba. Y como en todos lados, hay un grupito de atrás, ese grupito que nunca se calla en clases, al que siempre retan, bueno fui parte de ello pero no en esta escuela. Tenía una impresión diferente la verdad creí que podría llevarme bien con todos como en otros lugares, podría decir que la mayoría de mis compañeros son un tanto “especiales”. No es que afirme que me tienen mala o algo así, pero hay indirectas y muchas cosas que varias veces me han hecho sentir mal, incluso llegar a llorar, y créanme, es horrible sentirte incomoda en tu propio curso.
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