Respuestas
Explicación:
1)Sostén mecánico y mantenimiento postural: El esqueleto funciona como una estructura rígida que da forma al organismo, mantiene la morfología corporal y hace posible la posición bípeda.
2)Movimiento: Las uniones entre dos huesos adyacentes (articulaciones) hacen posible los movimientos corporales, además los huesos sirven como lugar de inserción a los tendones de los músculos.
3)Protección: El esqueleto actúa en muchos casos como protección de los órganos internos. De esta forma los huesos que forman el cráneo protegen el encéfalo, las vértebras de la columna vertebral sirven de protección a la médula espinal y las costillas evitan que se produzcan daños en los pulmones, el corazón y los grandes vasos sanguíneos del tórax.
4)Almacén metabólico: funcionando como moderador de la concentración e intercambio de sales de calcio y fosfato.
Producción de células sanguíneas: Tiene lugar en la médula ósea roja que se encuentra en el interior de algunos huesos.[3]
Sustancia osteoide: material orgánico que aún no ha mineralizado, cuyo principal componente es la proteína en forma de colágeno y otros elementos extracelulares.
Minerales: el calcio y el fosfato se unen para formar una capa cristalizada -hidroxiapatita- sobre la sustancia osteoide. Este tejido ofrece mayor protección y sujeción a los huesos.
Células: encontramos dos tipos de células con funciones antagónicas. De un lado, los osteoblastos, responsables de formar el hueso sintetizando la sustancia osteoide. Y, por otro lado, los osteoclastos, encargados de descomponer el tejido óseo mineralizado para reabsorber sus moléculas para que puedan ser reutilizadas.
Funciones del sistema óseo
Además de proteger a los órganos y dar movimiento al cuerpo, el sistema óseo realiza otras funciones como regular la concentración de calcio en la sangre o encargarse de la formación de glóbulos rojos de la sangre.
Tipos de huesos según su morfología
Podemos clasificar los huesos del cuerpo humano en largos, cortos, planos e irregulares según su morfología. La forma de cada hueso también ayuda a la hora de observarlos y analizarlos a través de una radiología simple.
huesos largos: tienen una mayor longitud, como es el caso del fémur. En este sentido, se componen de la diáfisis (zona central con forma de tubo), dos epífisis (situadas en los extremos y cubiertas de un cartílago), la cavidad medular (dentro de la diáfisis y formada por médula ósea amarilla), el periostio (membrana fibrosa que cubre el hueso) y en endostio (membrana más delgada encargada de cubrir la cavidad medular).