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suerte :)
Esta leyenda fue narrada en la crónica Comentarios Reales, escrita por el Inca Garcilaso de la Vega II, quien fue hijo del capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la princesa inca Chimpu Ocllo. En esta obra, el cronista dice que el padre Sol, compadecido por el estado de salvajismo en el que vivían los hombres, hizo salir del lago Titicaca a una pareja de hermanos y esposos: Manco Cápac y Mama Ocllo.
Ellos recibieron el encargo de dirigirse hacia el norte llevando una vara de oro, la cual periódicamente debían tratar de hundir en el suelo hasta encontrar un lugar donde la vara entrase fácilmente para luego establecerse ahí. Esto ocurrió al pie del cerro Huanacaure, adonde convocaron a todos los pobladores de las áreas vecinas. Allí, los convencieron de su origen divino y de su labor civilizadora. De esta manera, y siguiendo los supuestos de su padre Sol, Manco Cápac enseñó a los hombres a cultivar la tierra, el maíz, a hacer canales de riego y a construir casas de piedra. Mientras tanto, Mama Ocllo, enseñaba a las mujeres a hilar y tejer para hacer vestidos de lana y algodón.
Estas dos leyendas coinciden en indicar una ruta de migración de sur a norte (proveniente del altiplano peruano-boliviano), donde la búsqueda de tierra fértil se hace evidente. Es probable que los fundadores del imperio hayan sido expulsados del altiplano. Otro punto en común es la idea de «ordenación» del mundo: los fundadores míticos ordenan el Cusco, lugar que se hallaba en situación de caos por la pugna entre las etnias que vivían allí.