• Asignatura: Historia
  • Autor: entrance
  • hace 5 años

fortalezas y debilidades de la implementación del liberalismo en Chile

Respuestas

Respuesta dada por: s6s7d
1

Respuesta:

Explicación:

No hay duda alguna en pensar que, tendencialmente, la sociedad chilena (como la gran mayoría de las sociedades latinoamericanas de la época) durante el s. XIX vive un largo pero muy concreto proceso de liberalización de parte importante de sus estructuras tradicionales. Por un problema de conceptos, generalmente se observa la situación solo desde dos perspectivas de análisis: por una parte, desde la historia política, a partir del triunfo del liberalismo como maduración de un proyecto de gobierno desde la década de 1860; por otra, desde la historia económica, en relación con los crecimientos económicos de la mitad del siglo XIX y la sólida inserción, para esas décadas, de la economía chilena en la economía noratlántica. Con mucho menos énfasis se ha visto el problema desde perspectivas más globales, por ej., desde una visión ideológica de la sociedad o, en términos más concretos, en relación con la modernidad de entonces.

En realidad, Estado liberal, liberalismo y liberalización son conceptos relacionados que abarcan una realidad mucho más compleja que la simples miradas política o económica. Ellas forman parte de esa realidad, pero no en términos únicos o aislados. Muy por el contrario, podríamos pensar, hipotéticamente, que la propia independencia del país, dadas las circunstancias de la época y casi dialécticamente, tenía que desembocar en un pensamiento liberal que, a lo largo del siglo, se impusiera no solo sobre sus tradicionales oponentes conservadores, sino fundamentalmente sobre los rasgos tradicionalistas de la misma sociedad. Es en este sentido que el concepto de modernización se nos presenta como un concepto bastante plástico para entender, desde otras perspectivas, el problema del liberalismo desde una mirada lo más global posible.

Un primer problema relativo al tema se refiere, lógicamente, a las actitudes y comportamientos de las elites, y digo elites, para poder observar, desde el centro del poder, a diversos grupos que formando parte del mismo grupo dirigente, se diferencian, precisamente, por sus particulares visiones valóricas sobre la vida, la sociedad y el Estado. Desde este punto de vista, la aristocracia chilena del s. XIX es una y varias aristocracias a la vez. Por una parte, no logra superar sus viejos sentimientos señoriales que, reiteradamente, cada vez que se ha enriquecido por su participación en actividades mercantiles o mineras, le hace volver la vista hacia la tierra y a los valores asociados a ella. Por otra, siempre está abierta a la incorporación de nuevos miembros que le puedan inyectar los medios económicos que le permitan seguir subsistiendo como grupo dirigente. Así, siempre está en una situación mucho más dinámica de lo que se cree; acepta el cambio, siempre y cuando el cambio no perjudique su estabilidad y no derrumbe la construcción institucional que, a pesar de las diferencias e incluso de los momentos de conflictos entre aquellos que se sitúan en el ala liberal del poder y los ubicados en el ala conservadora del mismo, le permite seguir manteniendo un orden bastante específico.

Preguntas similares