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Explicación:
En diciembre de 1960 se levantó el estado de emergencia. En 1961, los dos partidos sucesores del antiguo KAU, la Kenya African National Union (KANU, Unión Nacional Africana de Kenia) y la Kenya African Democratic Union (KADU, Unión Democrática Africana de Kenia) exigieron la liberación de Kenyatta. El 14 de mayo de 1960, Kenyatta fue elegido presidente de la KANU in absentia. Fue liberado definitivamente el 21 de agosto de 1961. Al año siguiente se incorporó al Consejo Legislativo cuando un miembro le entregó su escaño, y contribuyó a la redacción de la nueva Constitución. Su intento de reunificar la KAU fracasó.
En las elecciones de mayo de 1963 la KANU de Kenyatta obtuvo 83 escaños de un total de 124. El 1 de junio, Kenyatta se convirtió en primer ministro del gobierno autónomo keniano, y fue conocido como mzee (una palabra suajili que significa ‘hombre mayor’). En este momento, pidió a los colonos blancos que no abandonaran Kenia y apoyó la reconciliación nacional. Conservó el cargo de Primer Ministro cuando se declaró la independencia el 12 de diciembre de 1963. En 1964, Kenia se convirtió en una república, y Kenyatta pasó a ser jefe de Estado.
El régimen puso fin inmediatamente a las esperanzas de los independentistas radicales de redistribuir las tierras: la tierras fueron compradas a los colonos que querían irse y vendida a los kenianos que podían permitírsela, se salvó el capital británico y se alentó la inversión extranjera. La elección de una economía de mercado fortalece a una clase de capitalistas locales a expensas de los antiguos rebeldes, de los que Kenyatta dice: "No dejaremos que los gángsters gobiernen Kenia, el Mau Mau era una enfermedad que ha sido erradicada y que debemos olvidar para siempre". Testigo de esta orientación, el periódico conservador británico The Economist le dedicó en 1965 un artículo elogioso titulado "Nuestro hombre en Kenia".1
Kenyatta Introduce un régimen de partido único. El presidente practica una política autoritaria y clientelista para asegurar la unidad nacional. Sin embargo, según el historiador británico John Lonsdale, Kenyatta perpetúa la herencia colonial que «instituye un Estado y no una nación». Su poder reposa sobre «un feudalismo étnico [...] con su contrato desigual de vasallaje».1
La política de Kenyatta tuvo un carácter conciliador y mantuvo a muchos de los antiguos funcionarios coloniales en sus puestos. Hubo de pedir ayuda a las tropas británicas para sofocar las revueltas somalíes en el nordeste y una rebelión militar en Nairobi en enero de 1964. Algunas tropas británicas permanecieron en el país tras la independencia. El 10 de noviembre de 1964, los representantes de la KADU se incorporaron a las filas de la KANU, formando un único partido.
Kenyatta llevó a cabo una reforma agraria relativamente pacífica, y supervisó la incorporación de Kenia a las Naciones Unidas, y cerró acuerdos comerciales con la Uganda de Milton Obote y con la Tanzania de Julius Nyerere. Siguió una política internacional no alineada. La estabilidad atrajo la inversión extranjera y fue una figura influyente en toda África. A pesar de sus muchos éxitos, su política autoritaria levantó críticas y rechazo.
Kenyatta fue reelegido en 1966 y al año siguiente adquirió nuevos poderes. Durante este nuevo mandato, se agravaron los conflictos fronterizos con Somalia y aumentó la oposición política. Kenyatta hizo del KANU, liderado por los kĩkũyũ, prácticamente el único partido político de Kenia. Sus fuerzas de seguridad persiguieron a los disidentes y fueron acusadas de varios asesinatos de miembros de la oposición. Kenyatta fue reelegido una vez más en 1974. Falleció el 22 de agosto de 1978 en Mombasa y fue enterrado el 31 de agosto en Nairobi.
Kenyatta fue un personaje influyente y controvertido. Su muerte dejó a Kenia, una vez más, sumida en desigualdades y rivalidades étnicas. En el extranjero, su imagen entre los nacionalistas africanos se ha visto gravemente erosionada, desde la del padre de la independencia de Kenia hasta la de un déspota corrupto y cómplice de las antiguas potencias coloniales. Fue sucedido como presidente por Daniel Arap Moi.