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implementación de procesos de producción global mediante grandes corporaciones requiere un cierto tipo de régimen internacional. El último régimen de este tipo claramente formulado fue el que surgió del tratado de Bretton Woods, cuando Estados Unidos era el principal exportador de capital de inversión, bienes de consumo y bienes de capital, y la primera potencia económica y militar. Podemos pensar en los años ´70 como una época que ya contenía el inicio de una nueva lógica transnacional bajo la forma de empresas multinacionales. Pero se trataba sobre todo de empresas estadounidenses, visiblemente dominantes, especialmente en la banca; el dólar continuaba funcionando como moneda principal; y a pesar de la severa declinación económica y política de Estados Unidos en el mundo, este país era todavía la potencia dominante. Hacia mediados de los años ´80 los bancos dominantes y las industrias manufactureras líderes eran japonesas. (...)
La dispersión geográfica de industria fabril es uno de los rasgos más distintivos en la presente fase (...) Ha habido numerosos cierres de plantas en todos los grandes países industrializados y transferencias de empleos de producción hacia localizaciones _domésticas o extranjeras_ con bajos salarios. Ha habido también caídas globales en el empleo industrial en los que alguna vez fueron centros industriales sólidos, como Detroit en Estados Unidos, o Manchester y Birmingham en el Reino Unido, y crecientes importaciones de componentes producidos o ensamblados en el exterior y reimportados para el ensamblaje del producto final. En los últimos años ha habido tendencias similares en Japón, incluyendo la mudanza de la producción de indumentaria hacia zonas menos desarrolladas del interior y del exterior del país (...). Los datos referidos a la inversión extranjera directa de Estados Unidos, Reino Unido y Japón describen las mudanzas de la industria hacia localizaciones extraterritoriales ( offshore ), y la internacionalización de la producción industrial en estos tres países (...) La inversión extranjera directa en la producción para exportación es indicativa de la existencia de una red global de lugares de producción erigidos por las firmas de países altamente desarrollados, en la medida que la inversión no está orientada hacia la producción destinada a los países donde las fábricas se han localizado, sino a la requerida por los países que proveen el capital.
(...) Diferentes tipos de procesos han alimentado esta descentralización. Por un lado, el desmantelamiento de los viejos centros industriales en países altamente desarrollados, con su componente laboral fuertemente organizado, fue un intento por desmantelar la relación capital-trabajo en base a la cual la producción había estado organizada (...) Por otro lado, la descentralización de la producción en las industrias de alta tecnología fue un resultado de la introducción de nuevas tecnologías diseñadas para separar las tareas rutinarias de bajos salarios de las tareas que requieren alta cualificación y maximizar así las opciones locacionales. Ambos procesos implican (...) una organización de la relación capital-trabajo que tiende a maximizar el uso de la mano de obra de bajos salarios y a minimizar la efectividad de los mecanismos que otorgan poder al trabajo frente al capital
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