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No entendí la pregunta vuelveme a decir y te contesto :)
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Seamos personas de esperanza, de saber mirar y ver, pero jamás debemos asustarnos por nada, ni por nadie. Somos personas de acción y reacción, de andares y sendas, siempre en búsqueda y auxilio. Una familia, en la que ninguno de sus miembros trabaja, puede comer caliente gracias a la solidaridad de la gente de su barrio. Son acontecimientos tremendos que se repiten por todo el mundo.
Viendo estas situaciones se me ocurre pensar en tantísimos voluntarios que ofrecen su tiempo, su formación y sus recursos en las personas que más lo necesitan. Justamente por ello, el Día Internacional de los Voluntarios nos brinda la oportunidad de mostrar nuestra gratitud a las numerosas personas de bien que actúan con esa generosidad, y de animar a otros a que sigan su modelo. Estoy convencido que este impulso humano, lo que hace es humanizarnos mucho más a todos, querernos por principio y abrazar un sistema de vida más esperanzador para todos. Por consiguiente, aplaudo a todos los que se donan sin condiciones, a los que trabajan gratuitamente en beneficio de la colectividad, a los que ponen su vida en riesgo por salvar vidas ajenas, pues su presente de lucha es nuestro futuro de fraternización, encaminado a prevenir conflictos, a socorrer a las sociedades para que puedan recuperarse de las inútiles contiendas, o la de prestar asistencia en las situaciones de crisis.
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Evidentemente, el voluntariado se sustenta en los valores humanos, en la solidaridad más profunda, y en la confianza de su mismo linaje, transcendiendo cualquier frente o frontera cultural, lingüística, religiosa y geográfica. Unidos, utilicemos este recordatorio del cinco de diciembre, para activar el voluntariado como expresión de nuestra humanización y como manera de promover el respeto mutuo entre todos. Desde luego, el voluntariado que lo es de corazón, no sólo crea fortaleza, resistencia y solidaridad comunitaria, también genera un espíritu de reencuentro y concordia, consigo mismo y con los demás. Por tanto, el voluntariado constituye un vehículo sumamente necesario que permite que la población participe en la vida de sus sociedades, muy en especial aquellos grupos vulnerables y marginados, así como las personas de edad o los discapacitados.
Naturalmente, este voluntariado beneficia tanto a la sociedad en su globalidad como a los individuos que lo ejercen, ya que refuerza la confianza, la solidaridad y la reciprocidad entre los ciudadanos, al tiempo que crea oportunidades de involucración. Está visto que el silencioso heroísmo de algunas gentes del voluntariado son una escuela de vida, con la clave de la esperanza, para los jóvenes y menos jóvenes, para todos nosotros en definitiva. En cualquier caso, no olvidemos que nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más renovado, si en el empeño ponemos coraje y esperanza, o lo que es lo mismo, fortaleza y voluntariado.
no digan mucho texto 7n7
Créditos: El voluntario como agente de esperanza
Víctor Corcoba
Domingo, 29 de noviembre de 2015, 23:10 h (CET)