Respuestas
Explicación:
Hay quien se echa las manos a la cabeza cuando oye hablar de la posibilidad de permitir a los jóvenes de 16 años votar. ¡Noooo, no están maduros para decidir el gobierno de un país! A esta argumentación suelen acompañar otras como que los chavales de 16 y 17 años son influenciables, que el entorno les puede hacer tomar decisiones que no compartan, que son radicales... No nos estamos inventando estas argumentaciones. Figuran en el diario de sesiones del Congreso de los Diputados, que por segunda vez ha debatido sobre esta materia en apenas seis meses (la primera, en la legislatura fallida, salió a favor, y el martes, en contra por sólo cinco votos). Pero ¿es verdad que los menores de 16 y 17 años son inmaduros, influenciables y manipulables?, ¿son argumentos válidos para permitirles, o no, votar?
Hace una década, el Ayuntamiento de Sevilla pidió a expertos de reconocido prestigio un informe sobre esta cuestión, porque había propuesto extender el derecho al sufragio en las elecciones locales a los jóvenes de 16 y 17 años. Entre ellos, figuraban el filósofo y pedagogo José Antonio Marina y la profesora titular de Derecho Civil de la Universidad Complutense María de la Vágoma. La conclusión de ambos es clara: la propuesta “es viable porque a esa edad los adolescentes tienen las capacidades intelectuales, afectivas y volitivas requeridas para actuar responsablemente”. Y sigue: “Las cautelas acerca de su vulnerabilidad emocional o de su desconocimiento de asuntos políticos no pueden ser tenidas en cuenta, porque aceptarlas supondría tener que revisar la capacidad emocional y de información de todos los votantes sea cual sea su edad”.